Un nuevo periódico ha nacido: eldiario.es. Con el aval de grandísimos profesionales: Ignacio Escolar –como director- Juan Luis Sánchez e Iñigo Sáenz de Ugarte al frente. Un equipo reducido, eficaz y brillante les acompañan.
Periodismo del Siglo XXI. Este atribulado período se caracteriza precisamente por una degradación del periodismo, causa y efecto de otros muchos males. Pero es éste el que hay que hacer para un futuro que se abre y no está escrito. Información libre, honesta, original en formas y contenidos.
Bucead por la página. Trae como exclusiva que “El Congreso se salta la ley 1982 para ocultar sus cuentas”. «La Casa Real no difundirá el coste de las fotos de Letizia Ortiz», a su lado. El tratamiento de la noticia política del día, habla de cómo “Aguirre se va retando a Rajoy” o de “El oscuro rastro del sucesor, Ignacio González».
Reportaje destacado “La Alemania que no se ve”, la precariedad en el país que domina la UE. En el que frente a sueldos medios que doblan el español, muchas personas malviven y suplican un minijob. Ese que quieren exportar a España en concreto.
La economía con claves, método imprescindible para entender lo que nos está ocurriendo. “El banco malo comprará activos tóxicos casi a la mitad de su valor”.
Secciones nuevas que remarcan más que nos encontramos ante ese periodismo del Siglo XXI. Desalambre, el blog de los derechos humanos, activismo y libertad de expresión. Nos habla en su estreno de «Los dibujos que resquebrajan la censura digital en China». O Interferencias: palabras e imágenes, sobre todo, para contarnos de otro manera. A nosotros, sí, los ciudadanos.
En Zona crítica, los valiosos artículos a los que nos tenían acostumbrados en el prelanzamiento. Como lectora, me ha interesado en particular “La criminalización de la resistencial”, en el Código Penal de Gallardón. Una regresión intolerable que prácticamente penaliza hasta informar:
«Se criminaliza la difusión de “mensajes o consignas” que inciten a la comisión de los delitos del artículo 558, “ o que sirvan para reforzar la decisión de llevarlos a cabo”. Por si no causase inquietud la indefinición de dichos términos, obsérvese a qué delitos hace referencia el vigente artículo 558:
Serán castigados con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses, los que perturben gravemente el orden en la audiencia de un tribunal o juzgado, en los actos públicos propios de cualquier autoridad o corporación, en colegio electoral, oficina o establecimiento público, centro docente o con motivo de la celebración de espectáculos deportivos o culturales. En estos casos se podrá imponer también la pena de privación de acudir a los lugares, eventos o espectáculos de la misma naturaleza por un tiempo superior hasta tres años a la pena de prisión impuesta.
De entrar en vigor la reforma proyectada, puede ser objeto de proceso penal todos aquellos que envíen por Twitter, o cualquier otra red social, consignas “que sirvan para reforzar la decisión” de perturbar el orden en cualquier acto público de cualquier autoridad».
Decídme si en este momento no es imprescindible un periodismo que informe sin ataduras ni consignas, con contextos y claves. He destacado algunos temas, hay muchos más.
Olga Rodríguez es la defensora del lector. Aquella deliciosa niña, hija de mi compañero en TVE Gonzalo Rodríguez, que un día, muy joven -mientras conteníamos el aliento-, se fue a Bagdad sola a informar de la guerra y terminó convertida en una periodista excepcional.
José Sanclemente, al frente de la gestión empresarial. Uno de los más veteranos en este equipo joven, que sin embargo elige para su primer texto este «La ilusión para hacer periodismo». Sí, es que si se tiene el virus, no se va ni con palos. Yo -que apareceré por Zona Crítica- también lo padezco… gozosamente. Y es un privilegio tener un hueco en esta realidad (que ya no proyecto).
Escolar.net se muda a eldiario.es. Fue el germen. «En aquél momento parecía una buena idea» siempre como subtítulo. Lo fue, sí, lo fue. Y lo es. Enhorabuena y espero que la audiencia lo corrobore. Este periódico es el dedo en el ojo que dibuja Manel Fontdevila en su viñeta de estreno. Y no para medrar personalmente, sino para vigilar al poder, criticarlo y exigirle como debe hacer el auténtico periodismo. De cualquier época.
David de Bedoya
/ 18 septiembre 2012Como siempre, la anotación jurídica. El Código Penal está lleno de delitos de incitación, pero no cualquier cosa es «incitar». Incitar es, según el Tribunal Supremo, Sala Segunda, del 27 de diciembre de 2001:
«Dicho concisamente, el delito provocado es el que surge «por obra y a estímulos de provocación» –STS de 18 de abril de 1972, de suerte que es el resultado de la actividad de dos individuos: un agente provocador y un sujeto provocado, cualquiera que sea la condición personal de uno u otro, y cualquiera que sea la naturaleza del delito provocado. La estructura del delito provocado se articula por dos elementos: como elemento objetivo debe existir una iniciativa en el agente provocador efectuada sobre el provocado, de suerte que éste actúa a consecuencia de la incitación de que es objeto, incitación que tiene por objeto obtener del provocado la respuesta esperada; como elemento subjetivo, la intención que anima al provocador es la de formular denuncia criminal contra el sujeto provocado (SSTC de 22 de junio de 1950, 3 de febrero de 1964), de suerte que con independencia de los concretos móviles que pueda tener el provocador, el elemento subjetivo común de todo delito provocado es obtener el castigo del incitado , y para ello se le provoca la comisión de un hecho delictivo como medio de obtener la calculada, prevista y querida actividad delictiva, siendo consecuencia de esta estructura que existe una imposibilidad de que se alcance el resultado desaprobado por la norma, y ello bien porque como afirma la STS de 22 de junio de 1950 «…previamente se han adoptado las medidas, precauciones y garantías para que no se produzca el resultado…», o, como se declara en la sentencia de 27 de junio de 1967 «…no puede llegar el resultado porque habiéndose previsto éste, se impide por el inductor sea alcanzado, haciendo baldía la actividad por el empleo de medidas precautorias defensivas o de garantía…»; ello supone que en el delito provocado no existe un verdadero propósito de perpetración y consumación del delito, porque la inducción no es real sino engañosa , siendo la consecuencia de todo lo expuesto, la absoluta impunidad del delito provocado al carecer la acción de entidad suficiente para integrarse en una norma penal y ello por dos razones , la primera porque de acuerdo con la función instrumental del derecho penal como garante de los bienes jurídicos a cuya protección deben tender los tipos penales, si no existe un desvalor del resultado, porque el ataque al bien jurídico está previamente excluido, no cabe sanción alguna ni por tanto imposición de pena, salvo que se atribuya al sistema penal una función mucho más amplia en clave promocional, simbólica o ético social de más que cuestionable admisibilidad en un estado social y democrático de derecho, al alejarse del principio de intervención mínima y de protección de bien jurídico vertebradores y fundamentadores del sistema de justicia penal.»
Jurisprudencia consolidada. No habrá ni una sola condena por un Tuit en una manifestación. Y si la hay, estaremos alerta Rosa María
Virginia
/ 18 septiembre 2012Querida Rosa: deseo a Diario.es siglos y siglos de andadura.
María Dolores Amorós Montaner
/ 18 septiembre 2012¡Cualquiera no se apunta a el diario.es tras la magnífica presentación que de él acabo de leer en tu artículo! Solo Rosa María Artal es capaz con su estupenda escritura, que contagia y atrapa, de hacer un ‘retrato publicitario’ tan estupendo.
Ayer mandé mis felicitaciones a diario. es y a Nacho por la Puesta en marcha definitiva de lo que ha sido un extraordinario proyecto y de su gestación a través de Zona crítica.
Me comprometí a difundirlo lo más posible, aunque estoy convencida de su merecido éxito, del que también tú, Rosa, tienes buena parte de responsabilidad.
Enhorabuena a todo el equipo. Os deseo que tengáis todos la recompensa merecida.
Hartos estamos, al menos algunos, de la desinformación existente y de las tropelías de algunos que se llaman periodistas. El diario.es va a ser -ya lo es- una bocanada necesaria de aire puro y de transparencia informativa.
Reitero mi enhorabuena y mis mejores deseos de todo corazón.
Besos.
bcn_myway (@bcn_myway)
/ 18 septiembre 2012Rosa,
os deseo a tí y al resto de esa «ya realidad» «eldiario.es» lo mejor.
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Y por cierto, gracias por el resumen de contenidos de hoy, pero resulta que precisamente yo NO lo necesitaba para incitarme a «bucear» en este nuevo medio.
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Rosa, tanto a ti (quizá la que más), a Nacho y a otros colaboradores y miembros del equipo os he leído y escuchado. Eso (hablo como simple lector, que yo de medios de comunicación no tengo ni idea) es lo que me hace confiar en este nuevo medio y me incita a bucear en él.
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Tal vez el periodismo del S. XXI tenga que ser así, lo que yo intuyo como: «periodismo de listas abiertas». No me preguntes el significado, pero, después de bucear meses por la red buscando información seria y comprometida, los «medios grandes» no me dicen nada, Salvo muy contadas excepciones.
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Ánimo. El reto puede ser difícil, pero tenéis la oportunidad y las ganas de hacerlo y eso es, simplemente, envidiable !!!!
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«Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada. »
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Livina Fernández Nieto
/ 20 septiembre 2012Clara y concisa:
¡¡¡P’alante pero sin dejar de mirar por el retrovisor!!!