Encuesta poselectoral: De Madrid al cielo

El CIS acaba de publicar un estudio poselectoral sobre las elecciones municipales y autonómicas del pasado 22 de mayo. He elegido Madrid porque es donde vivo pero también porque me parece representativo. Las conclusiones que pueden sacarse son muy interesantes.

  • Los madrileños piensan que la situación económica y política de Madrid es mejor que la de España en su conjunto.
  • No parecen nada descontentos con los servicios que se ofrecen. El 37% por ciento cree que la labor en sanidad ha sido buena y solo el 19% que mala. Porcentajes cercanos al tercio de la población ven buenas las políticas en educación y en medioambiente. Más de la mitad consideran estupendas las infraestructuras. Un 37% (siempre ese tercio, curioso) creen que el PSOE lo hubiera hecho peor.
  • Más de la mitad se han informado para decidir su voto por televisión y todos los días. Pero apenas solo por televisión, más del 70% de los encuestados ni ha tocado Internet.
  • Más del 80% no ha tenido nada o poco en cuenta las propuestas del 15M.
  • Un 40% ha pensado en los temas de España a la hora de votar en Madrid.
  • Y eso que casi el 70% esta de acuerdo o muy de acuerdo en que «los políticos solo piensan en sus intereses personales». Y casi otros tantos estiman que «no se preocupan de personas como el propio encuestado».
  • En una notable fragmentación de las ideologías, el mayor porcentaje (20%) se declara liberal (no explica el CIS si saben qué es), y el 13% conservador. Socialista el 11% y progresista otros tantos.
  • Enorme crecimiento (desde el punto de vista de los lentos movimientos sociológicos) en la autoubicación en la derecha: De 5 a 8 se sitúa ya más del 50% (hay espacio para los no contesta o no sabe). En Junio era del 46% y ya llamó la atención su rápido crecimiento.

Recalco un dato: Más de la mitad se han informado por televisión y todos los días. Pero apenas solo por televisión, más del 70% de los encuestados ni ha tocado Internet.

Y añado otro dato: las bolsas se desploman, se desploma la economía… por las políticas practicadas: conservadoras y liberales.

¿Uno más? Va… La Comunidad de Madrid lleva dilapidados 620 millones de euros en publicidad desde que comenzó la crisis. Su presupuesto de este año (111 millones) quintuplica al siguiente: Cataluña. El Tribunal de Cuentas les ha amonestado por el uso abusivo de la propaganda.

Este último viene con imagen: boina de contaminación sobre Madrid el jueves 22 de Septiembre de 2011 a las 15,15.

Foto: David Martín (DALONSO70)

22 comentarios

  1. Estoy estupefacto no por los datos en si, que ya me los imaginaba, sino por la constatación de algo de lo que vengo advirtiendo desde hace algún tiempo: el daño que la tele está haciendo a la sociedad. La tele es actualmente el medio de manipulación y adormecimiento de las masas. Todo lo que sale en la tele es palabra de dios. Todo se considera verdadero si se pasa paor el filtro televisivo. Y eso, los del trinque, que aunque tramposos y presuntos delincuentes no son tontos, lo saben y lo utilizan. De ahí todas sus concesiones de TDT, de ahí su empeño por apagar digitalmente a todas aquellas TV que luchaban contra la manipulación.
    La gente no lee, no usa internet sino es para esos vídeos estúpidos del Yuotube dónde dos abuelos usanianos que creen que nadie les ve hacen el idiota cuan niños pequeños.
    Sólo unos pocos utilizan la red para buscar información alternativa (como en facebook o twitter).
    En este mundo de incultos, dónde la individualidad prima sobre el colectivismo, sólo nos queda luchar e intentar que todos esos panolis que tienen un nuevo dios llamado TV, despierten de su narcolepvisión.

    Ya lo decía Sabina, «Españolito que ves la tele, todos los canales han de helarte el corazón» ¡Que sabio el maestro Sabino!

  2. Narcovisión quise decir…

  3. WORDGALLARDETE

     /  22 septiembre 2011

    ¡¡Doy frenazo!!!!! creo que tendré que pensar varias horas, para entender ¡no quiero hacerme el harakiri!! xDD
    Un abrazo x favor, que me vengo abajo!!

  4. Pepa

     /  22 septiembre 2011

    ¡Que miedito!

  5. esos datos demuestran el por qué Aguirre no quiere una buena educación pública sino adoctrinamiento, y por qué no quiere medios de comunicación sino medios de propaganda; le conviene tener ciegos y mudos a los ciudadanos. http://adolfof.blogspot.com/

  6. L'Homme-Machine

     /  22 septiembre 2011

    Eso solo demuestra una cosa. La gente es irracional a la hora de votar o vota en contra de sus propios intereses particulares.

    Lo que viene a ser, dicho en castellano paladín: que los madrileños somos muy jilipollas.

  7. No tengo claro eso de que «los madrileños somos (soís) muy gilipollas».
    El estadio de gilipollez supina creo que siempre ha estado patente en este país, ya sea Cataluña, Euskadi, Madrid o la aldea más pequeña de cualquiera de sus autonomías.
    A poco que nos fijemos queda clara una cosa: España es, basicamente, un país de albañiles y camareros; un páramo provinciano en el que pensar, cuestionar, tener criterio, parece que esté mal visto.
    Los resultados de las encuestas lo dejan claro. Y que esos resultados se basan en una ignorancia supina de la población se resume en lo que matiza Rosa María «Más de la mitad se han informado por televisión y todos los días. Pero apenas solo por televisión, más del 70% de los encuestados ni ha tocado Internet.».
    Que es lo mismo que decir: ignorancia, incultura y provincianismo.

  8. avelino m

     /  22 septiembre 2011

    Por la causa que sea, formación, consumo televisivo, actitudes acríticas, sesgos supuestamente ideológicos o prejuicios de fácil consumo en formato TDT, me inclino a pensar que el volumen de votantes con criterio y opinión razonablemente formada apenas supera el millón (por decir algo). Así es imposible cambiar nada.

  9. Yo no salgo de mi asombro. ¿Qué está pasando?

  10. Josep

     /  23 septiembre 2011

    Yo soy catalán y en Cataluña, 3/4 de lo mismo. El país se derrumba, el mundo se derrumba, los políticos, al menos de los partidos mayoritarios, sólo tiene recetas de «más de lo mismo» y a la mayoría de la población, a pesar de estar en trabajos precarios o en el paro, a pesar de tener hijos o familiares en el paro, no le parece que se pueda hacer otra cosa que votar a los mismos de siempre, a los que han demostrado y siguen demostrando su clara ineptitud (o su claro desinterés) para cambiar nada. Es el cuento de la rana hervida: dicen que si a una rana la pasas de un recipiente de agua a temperatura normal a otro con el agua hirviendo, salta para salvarse pero si aumentas la temperatura del agua poco a poco, no reacciona y se muere. Eso sí, para los cotilleos, para hablar de los programas basura de la tele, para salir a la calle y gritar cuando gana el Barça (o el equipo favorito) y para 50.000 chorradas más, para eso sí que hay ganas, a eso sí que le ponemos empeño. Lo malo es que ese tsunami, esa crisis devastadora que estamos viviendo nos arrastra a todos. Entonces, ¿vale la pena ser consciente de las cosas? ¿o sería mejor vivir como un zombi y no enterarse de nada? Siempre había pensado que era mejor lo primero, pero ya empiezo a dudarlo.

  11. rosa maría artal

     /  23 septiembre 2011

    Me temo Josep que, en el caso de los humanos, como más bien nos fríen (a mermas) sí que duele, igual es masoquismo. Lo que sí es con seguridad es una inmensa cobardía, lógica en este país que soportó 40 años de dictadura, 40, uno tras otro.

  12. esto es lo que hay

     /  23 septiembre 2011

    Dentro de lo malo, yo encuentro una cuestión de lógica. Dice la encuesta que: «los madrileños piensan que la situación económica y política de Madrid es mejor que la de España en su conjunto»….Esto, además de ser verdad, es cierto…que dicen en mi pueblo. Lo triste es que, en ese mismo pueblo, el mío, la gente está desesperada, sin alternativa de futuro, sin posibilidad de presente, con casi nulos servicios sociales y, aún así, no hacen nada, no se informan, no se movilizan y perpetúan el voto en quien les ha llevado a esa situación. Así que si los madrileños sois gilipollas, como algunos dicen por ahí arriba…qué seremos los de mi pueblo…
    Por cierto,. no viene mucho al caso de hoy…pero sí. El Consejo de TVE da marcha atrás, en lo de la censura a los informativos…es estimulante que el grito más alto lo pusiese el Pueblo, los trabajadores de TVE (sobre todo los no directamente censurados, aunque alguno hubo)…yo, como afiliado de CCOO, ya he pedido la dimisión de «nuestra» representante en el Consejo, se llama Rosario López Miralles…pero en este país no dimite ni dios…y mira que lo lleva haciendo mal años…dios, digo y Rosario también

  13. Maricarmen

     /  23 septiembre 2011

    Josep, yo soy andaluza y comparto por completo tu desazón, hago el mismo análisis de lo que tengo alrededor, es realmente descorazonador.

  14. En la Tele, vemos políticos a diario. Casi siempre, sin nada que decir. Algunos nos damos cuenta de que no es más que publicidad, campaña electoral continua. La cosa es salir en la tele. Lo que no veo en nuetros políticos, en ningún partido, es a un verdadero líder. Dirigentes, si. De estos veo muchos. Pero un líder…

  15. En la TV vemos políticos a diario. Algunos nos damos cuenta de que no es más que propaganda electoral, pues en la mayoría de las ocasiones no tienen nada que decir. Lo que si echo en falta son líderes. Veo dirigentes políticos, pero verdaderos líderes…

  16. Paco

     /  23 septiembre 2011

    En la TV vemos políticos a diario. Algunos nos damos cuenta de que no es más que propaganda electoral, pues en la mayoría de las ocasiones no tienen nada que decir. Lo que si echo en falta son líderes. Veo dirigentes políticos, pero verdaderos líderes…
    Saludos,
    Paco. http://personnelcoaching.net/WP_BLOG/?p=140

  17. «Tranquil Josep, tranquil»

    Aquí no pasa nada ¿verdad?, igual que en Madrid:
    – Clase media, media/baja en comedores sociales, CON SUS HIJOS, en Barcelona collons, no en Somalia.
    – La sanidad en pie de guerra
    – La educación, con un par de cortinas de humo (muy bien sincronizadas)… calmada ¿no?
    – Xenófobos «consentidos»
    – Cortinas de humo, las que quieras
    – ¿A ti nadie te ha dicho eso de «yo voté a CiU pero nunca más»? Pues a ver si nos vemos por aquí el 21N y nos contamos.
    – TV3 es libre del «Consell Audiovisual» (iluso de mi, pensaba que se abriría debate con lo de TVE)

    Con tanto fútbol, todo se soluciona con «pelotas fuera»
    La culpa de todo la tiene Madrid. Y la culpa de todo en Madrid la tiene Europa. Lo que pasa en Europa es culpa de …

    Como dice Rosa, aquí hubo 40 años de dictadura.
    Cuando veo lo que respetamos los sacrificios de nuestros mayores por legarnos una «democracia», QUISIERA SER UN ZOMBIE !!!

  18. Añadiría que creo que la indiferencia es también una forma de violencia. Cuando no ves a tu alrededor más que desesperanza y sueños frustrados, cuando sabes que hay millones de personas que sufren hambre, violencia e injusticias de todo tipo, y tú no haces nada ni tan siquiera indignarte un poquito, y sólo ves tu propio ombligo y defiendes solamente opiniones «políticamente correctas» o emites frases del tipo «yo paso de…» o «nosotros no vamos a cambiar el mundo», o «¿y qué conseguimos con… (protestar)?», etc., me atrevo a decir que eso también es una forma de violencia. ¿O no? Y que conste que yo tengo un trabajo (por ahora) que, además, me gusta. Y he vivido 25 años de mi vida en la dictadura franquista. Y me duele mucho que toda la ilusión que pusimos en la llamada transición haya desembocado en esto, ¿fue todo una gran estafa?

  19. esto es lo que hay

     /  23 septiembre 2011

    Dos cosas en una: dimite el representante de CC.OO. en el Consejo de RTVE, se llama Héctor Maravall http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Dimite/Hector/Maravall/consejero/CC/OO/RTVE/elpepusoc/20110923elpepusoc_4/Tes….
    Y pido perdón a Rosario López Miralles a quien identifiqué como nuestra representante, es lo que me constaba, pero… no es así…lo siento y la pido disculpas.

  20. Es un alivio comprobar que al menos en la capital están contentos. Si podemos hablar, que sepan los señoritos que a los de provincias nos llenan de alegría y orgullo los resultados de esta encuesta, que muestran hasta que punto agradecen los capitalinos los esfuerzos que hemos hecho llenando nuestra costa de molinitos y nuestros ríos de presas para que puedan ver bien iluminada la Puerta del Sol, centro-de-esta-Españaza-nuestra-tan-bonita-y-solidaria-con-todos-los-españolitos-de-bien, leche ya.

  21. Shy Girl

     /  27 septiembre 2011

    Habría que tener en cuenta el envejecimiento de la población. Si la mayoría de los españoles tiene más de 35 años, y las responsabilidades familiares no les dejan mucho tiempo o energías, les habrá costado familiarizarse con Internet (y lo mirarán hasta con recelo, después de tantos intentos para demonizarlo), y se habrán criado con la idea de que la movilización social es cosa de «folloneros» o radicales marginales que no representan a nadie. ¿Cuál es el porcentaje de jóvenes, o menores de 35 años en España? ¿un 20%? Pues ese 20% es el que utiliza Internet, tiene tiempo para buscar información en las bibliotecas, no le ha importado implicarse en el 15M, tiene menos miedo a posturas más avanzadas.

    Luego está toda esa porción de indecisos. Gente que se declara apolítica, y que vota a un partido o a otro en función de cómo lo haya hecho el gobierno anterior. Hay un consenso generalizado de que el Gobierno Zapatero ha sido nefasto; así que, como castigo, se pasan a la derecha. Sé que por aquí no hay mucho futbolero; pero mi experiencia, después de leer y escuchar conversaciones sobre jugadores y equipos, me ha llevado a la conclusión de que en España confundimos con demasiada frecuencia el principio de causalidad con la sucesión temporal. Quiero decir: si un equipo gana títulos, y al fichar a un jugador concreto, entra en una mala racha, inmediatamente pensamos que la causa de esa entrada en desgracia la tiene el jugador, que es un «paquete» o un gafe. Aplicado a la política: con Felipe González tuvimos una crisis económica en los años 90. Luego vino Aznar, y como se nos ha repetido hasta la saciedad, «gozamos de la época de mayor esplendor económico de la historia de España». Con Zapatero, la madre de todas las crisis. Conclusión: Izquierda = hecatombe económica; derecha = prosperidad y riqueza. De ahí no pasamos. Pocas veces intentamos analizar con más profundidad y sutileza los problemas.

    España ha sufrido mucho en los últimos siglos por las luchas políticas. Todavía sufrimos por el trauma de la guerra civil. Creo que ello ha llevado a ver la política como algo sucio. Cada vez que hablamos de la guerra, se insiste en que los únicos protagonistas libres de culpa, los únicos héroes que merecieron la pena, fueron todas aquellas personas sencillas del pueblo, que veían la política como «algo de señoritos», no eran de ningún bando y les daba igual quién ganase; si tomaban las armas, era porque les obligaban. De ellos se ha tomado la valiosa lección de que las guerras son sangrías absurdas y crueles, en las que los hermanos se matan entre sí por razones que ni siquiera llegan a entender. Pero también la idea de que todos aquellos que tomaron las armas, o simplemente se pronunciaron, en defensa de lo que creían justo (ya fuera la democracia, la justicia social, o el miedo a una dictadura comunista) están manchados de mierda, culpa y vergüenza. Y quizás eso explique porqué en España hay tanto apolítico, o tanto reparo a movilizarse. Entre el miedo a la crispación, la pésima imagen de los políticos, y que estamos en la época del desencanto postmoderno…

    Lo que veo en Andalucía es que en las capitales y las principales ciudades, el predominio de la derecha es abrumador. Las ciudades están llenas de funcionarios (que no le perdonan a Zapatero la congelación de sus salarios, y la corrupción que rezuma de la Junta) y de pequeños empresarios y autónomos, que recelan de la izquierda porque se preocupa principalmente de los intereses de los obreros. Una conversación que tuve con mi madre (que ha sido de izquierdas toda su vida) es muy ilustrativa: «olvídate del cuento de los grandes empresarios que amasan sus fortunas explotando a los obreros. En España sólo hay pequeños y medianos empresarios, y todos están sufriendo con la crisis. ¿Sabías que la semana pasada se suicidó un empresario en el polígono? ¿Que X lleva un mes sin cobrar porque primero tienen que pagar el sueldo de los empleados, y que su amigo no duerme por las noches porque las cuentas no cuadran? ¿Cómo vamos a obligar a esa gente con el agua al cuello, a pagar salarios más altos? ¿Cómo vamos a pedirles que sean comprensivos con los empleados que no quieren trabajar más de ocho horas, cuando están todo el día a calzón quitado? ¿No es lógico que piensen que los obreros tienen demasiados derechos, mientras que nadie les protege a ellos? «.

    Tengo la sensación de que los «derechos sociales» no están muy arraigados en nuestra cultura como derechos de la persona. Las pensiones, la sanidad, la educación y otras prestaciones sociales, se ven como servicios que pagamos con nuestros impuestos y nuestras cotizaciones a la Seguridad Social. Por eso la inmigración despierta tanto rechazo (conozco a gente que no puede soportar la idea de que un extranjero disfrute de la sanidad, ¡del derecho a la vida!, en pie de igualdad que un español, porque se supone que ha cotizado menos tiempo); y el temor a que las subvenciones estimulen la picaresca y el parasitismo. Y los clásicos derechos de los trabajadores (limitación de la jornada laboral, salario mínimo, vacaciones…) se ven como un lujo que sólo nos podíamos permitir en tiempo de prosperidad. O peor aún: unos privilegios intolerables de unos obreros demasiado acomodados. Yo crecí aprendiendo en el colegio que esos derechos derivaban de la dignidad humana, y que se habían consolidado después de dos siglos de luchas. Pero cuando comento con mi familia que tengo miedo a que me exploten, me miran como una burguesita malcriada, o como una radical insensata: «¡Pero si te tienen que explotar!» «Muy malacostumbrada y señoritinga te veo», «Qué pronto aprenden los extranjeros de los jóvenes, y se ponen chulitos con que quieren vacaciones, y derecho a sindicarse…», «ya habló la sindicalista».

    Por último, tengo la teoría de que las clases medias y obreras se vuelven terriblemente conservadoras en cuanto ganan algo de patrimonio, por el miedo a perder lo poco que tienen. Sobre todo, si tienen que mantener una familia, y tienen miedo a no poder mantener a sus hijos.

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