En el Reino Unido se están planteando gravar con impuestos la comida basura, el fast food. Lo más curioso es la razón: argumentan que quien ingiere estos alimentos de baja calidad tiene peor salud… y es más costoso para la sanidad pública.
El truco secreto para el éxito de estos comestibles es su bajo precio. Dudo que alguien prefiera una hamburguesa a un solomillo. Regularmente, otra cosa es hacerlo de ve en cuando por variedad o capricho.
¿Y por qué la comida basura es más barata? Perogrullo acude en mi ayuda: porque contiene lo peor del segmento alimentario. Así que los usuarios habituales enferman más y, ¡habrase visto! hay que curarlos con cargo al erario público.
Tengo por ahí un artículo que escribí en 1993. Un tal Harry Elphick fue la primera víctima conocida de la búsqueda prioritaria de la rentabilidad en la medicina, impuesta por Margareth Tachtcher. Ocurrió en Manchester. El hombre fumaba. Y tenía sobrepeso y colesterol alto. Y le dio un infarto, del que sobrevivió. Pero precisaba una operación posterior, y los médicos le dijeron que no lo harían hasta que no dejara al menos de fumar. Y el bueno de Harry murió sin conseguir su empeño. Por aquel entonces la sanidad británica comenzaba a postergar en sus listas de espera a los chicos malos que no practican hábitos de vida sanos. Si uno ingiere hasta el colmo grasas de cerdo de primera, bebe D. Perignon (a más de 100 euros vi la botella el otro día pasando por una tienda de “ofertas”) y esnifa heroína pongamos por caso, para eso tiene médicos privados que le curarán. Y además sin demoras.
En la retina aún el Día de las enfermedades raras. Un día en el año (ellos los padecen los 365) nos cuentan que hay gente por ahí que deambula de médico en médico, hasta que llega a sufrir síntomas incluso invalidantes. Pero no tienen cura. Porque no se han investigado. Les ha tocado en la ruleta rusa que sus males solo afecten a una persona entre 2.000, que tampoco es una nadería. Y no es rentable invertir dinero en buscar soluciones. Se siente.
Palabra que puedo llegar a entender que una empresa farmacéutica privada decida no gastar dinero en fabricar medicamentos con los que no se va a forrar. Es mucho entender, pero intento hacerlo. Ahora bien ¿no hay nadie más por ahí que se ocupe de estos asuntos? Para eso está el sector público que pagamos con nuestros impuestos. Ya, que mientras no me toque a mí… ¿no?
Los ejemplos se multiplican en otros sectores. Leo de vez en cuando que no se investiga en modelos superiores de aviones, por ejemplo, por lo mismo… porque no son rentables. Si el viajero ya vuela, para qué darle mejoras que cuestan dinero. Y los dueños están para ganar cuanto más mejor. Pero ¿no hay nadie más que lo haga? El desarrollo se detiene por el beneficio inmediato.
Y ya llegamos a la honda preocupación de los especuladores (dejémonos ya del eufemismo “mercados”) por las revueltas árabes. Señores, aguántense con su hambre, su humillación y sus dictaduras, que nos fastidian el negocio.
Lo más asombroso es la falta de criterio de una buena parte de la sociedad que todo esto lo ve muy bien. En twitter tengo yo unos “cons” (abreviatura cariñosa de “neocons”) que discuten y todo las bondades del neoliberalismo, de buscar el lucro privado contra viento y marea. Más aún, lo que deje vivo Zapatero del sector público, se lo ventilará en dos días el Partido Popular. Y les votaremos para que lo hagan, y nos quedaremos tan anchos.
No consigo recordar el autor de un cuento que me impactó sobremanera hace muchos años. Era del realismo mágico sudamericano. Creía que de Cortazar pero lo busqué y no lo encontré. La historia hablaba de una ciudad para cuyo obligatorio acceso y salida, para vivir simplemente en ella, se debía atravesar un túnel. Cada cierto tiempo, las compuertas de ese túnel se cerraban y gaseaban a quienes se encontraban allí en ese momento. Todos lo sabían, pero era inevitable atravesarlo. Si te tocaba morir, mala suerte. Cada día pues atravesaban el túnel la mayoría. Y unos cuantos perecían en el intento. Y la cotidianidad seguía. Lo tenían asumido.
Ahora también nos está ocurriendo. Salud, justicia, víctimas de los bancos… al que le toca, con su pan se lo coma. El egoísmo elevado a los altares por el neoliberalismo es la causa. Lo peor es que no sé si todos los sabemos. Si estamos dispuestos a hacer algo por las víctimas, aunque no seamos nosotros mismos o seres queridos. Pero pasen, señores, el túnel de la suerte o la desgracia nos espera.
Enrique Valera
/ 1 marzo 2011Saludos.
Por una vez intervengo para no estar plenamente de acuerdo. La investigación y desarrollo aeronaúticos si continúan. De hecho en España es importante. Para las aerolíneas la factura de los depósitos de carburante es muyyyy gorda.
En todo lo demás 100% de acuerdo.
àngels
/ 1 marzo 2011Buenos días! Lo peor de lo que cuentas, Rosa, es que los adolescentes que incrementarán su aportación al erario público con los mayores impuestos sobre sus hamburguesas no se sentirán ni más responsables, ni más ciudadanos, ni con más derecho a exigir enseñanza y sanidad de calidad y universal, o un trabajo digno. Los impuestos indirectos tienen este doble efecto perverso: los pagan quienes menos tienen, y no crean consciencia de colectividad… al contrario, tienden a minimizar, aislar –culpabilizar incluso, en este caso y otros– a la persona que fuma, bebe o se toma una hamburguesa con aditivos en la gran superficie donde consumimos tantas cosas que no necesitamos, nos hacen daño o perjudican el medio. Un saludo.
Rafael Aparisi
/ 1 marzo 2011Tu artículo de hoy pone muchas puyas necesarias y certeras, Rosa María. Hace tiempo que le comento a mis amistades que la filosofía de lo que denomino «gratificación inmediata», está invadiendo las mentes en formación de muchos jóvenes. La superficialidad impera entre la red de redes.
En cuanto al realismo mágico, lo he palpado en vivo y en directo en varios Países de sudamérica. Un día tuve la gran suerte de dialogar con un afamado sociólogo de Brasil que escribió «Como piensan los brasileños»…y da la casualidad de que en uno de sus sabios comentarios me dijo que sobre el 65% de los mismos «cree correcto que los políticos roben y coloquen a familiares y amigos en empleos públicos».
En fin…
Por no extenderme, te diré que sobre la realidad mágica…dicho término fue inicialmente usado por un crítico de arte, el alemán Franz Roh, para describir una pintura que demostraba una realidad alterada. El término llegó a nuestra lengua con la traducción en 1925 del libro Realismo mágico (Revista de Occidente, 1925)-por si te sirve-. En sudamérica existen muchos Blogs con seguidores de esta definición.
Sigo pensando que para los políticos solo somos un voto a conquistar. Las raras enfermedades de los de a pié…que se las apañen los «curritos». Solo gobiernan las etiquetas, ya que los discursos políticos/ideológicos dejaron de existir, ya que todos son ahora un «mismo de lo mismo».
Dejo un enlace musical con el fin de relajar mi solitaria neurona con wifi incorporado…deseando conseguir el mismo efecto en vuestro cerebro:
Harris Castillo
/ 1 marzo 2011Interesante artículo. El otro día también pude leer en El País que el gobierno reducirá parte del pastel que le tocan a los investigadores científicos. Entonces de qué manera vamos a despegar, si lo único que hacemos es disminuir los presupuestos para las investigaciones científicas. En el libro de Tony Judt, Algo va mal, se dan las claves para ver que privatizar no siempre es la mejor de las opciones.
Raúl
/ 1 marzo 2011Buenos días, Rosa. Gracias por tu post, una vez más y por remover cada día conciencias dormidas y agitar las que están despiertas. Está claro que sólo con Estados que se preocupen por algo más que gestionar podremos combatir los desequilibrios que genera la famosa «mano invisible». El individualismo atroz al que asistimos no ayuda, y recuerda mucho al poema atribuido al gran Bertolt Bretch, y como en el poema llega un momento en el que parece que es demasiado tarde. ‘Ande yo caliente y ríase la gente’ dice el refranero Español, hogar de muchas de las claves del carácter de este pueblo, el problema es que la gente cada vez ríe menos.
Un saludo. 🙂
zana
/ 1 marzo 2011Hola personas,
Rafael Aparisi escribes: «ya que los discursos políticos/ideológicos dejaron de existir, ya que todos son ahora un “mismo de lo mismo”…
No estoy de acuerdo con esa frase. Hay vida más allá del PSOE, PP, CIU PNV, CC. Hacer generalizaciones gratuitas como la que tú has hecho sólo es bailar el agua a esos mismos partidos a los que, supuestamente, criticas.
Creo que conductas así son las que apartan a las personas honradas de la política, esas palabras, ideadas por la derecha para alejarnos de la política, son las que hacen que quien trabaja honradamente se lo piense, con comentarios como ese surge la pregunta de ¿para qué me voy a molestar en ayudar a los demás si van a pensar que yo también soy un corrupto, o un vendido a los especuladores?
No señor Rafael, no todos están vendidos al capital, no todos son corruptos.
Y le dejo a usted, y a los demás comentaristas, una pregunta: ¿Cuál es el grado de corrupción de la sociedad valenciana que va a dar a Camps mayoría absoluta?…y no me vengan conque no todos los valencianos lo son, que ya lo sé, pregunto por los que le van a votar que, parece ser, van a ser la mayoría absoluta.
Víctor
/ 1 marzo 2011Hay operaciones quirúrgicas que no se pueden realizar si los pacientes no modifican sus hábitos. No se le puede trasplantar el hígado a un tipo que no es capaz de dejar de beber. Y hay operaciones que en obesos entrañan un riesgo mayor. No digo que el caso del artículo sea el mismo, pero no todo es cosa de la Thatcher.
pandugar
/ 1 marzo 2011Interesante post.Me ha recordado cosas que explicaba uno de mis maestros en la Facultad de Derecho de la UAB.Concretamente a Pablo Salvador Coderch.No sé si en lo ideológico,pero sí en una especialidad que le gustaba explicar: el análisis económico del Derecho,lo llamaba así.Significaba ver qué coste tenían algunas decisiones jurídicas,leyes,etc.Y un ejemplo que me impactó era el de los desfibriladores,esos equipos que se usan para tratar los infartos.Cuanto más lejos te pille de uno,y de personal que sepa usarlos,más fácil resulta morir si te da un buen susto el corazón…Como es sencillamente un problema de dinero ,tener en más lugares públicos etc,está claro que se le pone precio a nuestra vida.Es una simplificación por supuesto,pero algo de eso hay.Nuestros abuelos, padres,y nosotros mismos hemos cotizado y pagado impuestos creando paso a paso ,desde los tiempos de Franco ( no lo olvidemos ) un sólido Estado del bienestar.Un sistema de políticas sociales que han ido creciendo ,si bien con crecientes también amenazas y amagos de recorte cada año.Los recortes se están llevando finalmente a cabo.Entre neoliberales,el PP de Aznar desmontó la mayoría de sector público empresarial,y comenzó (en algunos caso no pudo por la oposición férrea de la calle etc),y socialistas (el PSOE) que están acometiendo alguna de las mayores reformas recortadoras de derechos sociales,con poquísima oposición.La ayuda de los partidos nacionalistas ,que en general son de derechas o sirven a los mismos intereses,lo hace siempre más fácil: CIU,PNV,CC etc etc.»Para Dios no hay nada imposible, pero muy malas señas veo»…decía mi abuela.Y así estamos.Liberalización de la electricidad ha querido decir subidas de precio.Liberalización del gas,carburantes, etc también.»Liberalización» de servicios esenciales,será para no creérselo.Esto ha sido un monumental «timo de la estampita».Y lo que nos espera para echarse a llorar o a rabiar.Que me perdonen los que vivan de ello.Que son bastantes.El resto tiene derecho ,por lo menos, al pataleo.Un cordial saludo.
avelino m
/ 1 marzo 2011Hola Rosa. Me duele la boca de intentar explicar que el neoliberalismo es egoísmo en estado puro a gente que además es muy generosa en su vida diaria.
Darse cuenta de ello requiere un momento de reflexión. La mayoría, no lo tenemos.
Un saludo. Y sigue encendiéndonos.
Virginia
/ 1 marzo 2011No todo es así, tan maniqueo, para mí. Por ejemplo , antes se trasplantaba hígados, riñones a cualquiera.Han hecho trasplantes de hígados a pesonas que eran alcohólicas y que prometieron dejar de beber, y no lo hicieron, cuando otros, que no habían consumido jamás, aguardaban en listas de espera.
He visto pacientes alcoholizados o drogodependientes tratar a las enfermeras y a las ats de manera agresiva e insultante y se les ha atendido muy bien.
Creo que en dejar de fumar, dejar alcohol y drogas lo puedes hacer, si estás dispuesto a ello.Hay muchos servicios en la Seguridad Social que cubren esa atención, con psicólogos, trabajadores sociales y medicos. Cuesta, lo se.pero hay enfermedades que son derivadas del consumo excesivo de cualquier sustancia, que no es necesaria para el organismo humano.
Y hay personas que no tienen habitos autodestructivos que padecen enfermedades de riñones, hígado, colesterol, corazón, por genética o por lo que sea, que en estos momentos tendrán derecho al trasplante o al tratamiento pero, con larga espera.
En cualquier caso, la medicina pública, siempre tuvo mejores servicios y avances, y ahora , cada vez más, va siendo dirigida por la privada, eso es lo terrible.Que cada día, se ve más a médicos que prefieren que manos privadas dirijan la pública, pensando que lo harán mejor.El error es siempre que se crea que en manos de privados lo que ha sido público, y que con todos los errores, era beneficioso para tod@s, y que funcionaba…va a terminar en privado.
No, Zana, no le entra a mucha gente, en Valencia, no. Ni siquiera se creen que Camps haya hecho nada malo. ha cambiado mucho la sociedad valenciana.Fabra, lo mismo.Y en fallas no se ven tantos recortes.
Somos reactivos.No se reflexiona un poco antes…
Tracio
/ 1 marzo 2011Cargar mucho de impuestos el alcohol, el tabaco y la comida basura ya lo han empezado a hacer hace un tiempo en Australia. El Gobierno de ese país afirmó que es una forma de defender a los pobres de los trucos de las empresas que venden esos productos, que los colocan principalmente entre los segmentos con peor formación y menores ingresos del país y que son más propensos a tragarse sus trucos publicitarios. Al cargarlos de impuestos quedan fuera de su alcance de sus bolsillos. Yo no sé que pensar y no sé quien gana dinero porque los impuestos los ingresa el Estado. En todo caso perderán clientela las cadenas de comida basura (que por mi como si se operan). ¿Es más barata la comida basura en el Reino Unido? Un whopper del Burger King con refresco y patatas sale a casi siete libras en Londres. Sin las patatas y la Coca Cola anda por cinco libras -lo sé de primera mano-. Hay opciones algo más sanas e incluso más baratas en casi cualquier sitio. Sandwiches vegetarianos de pan integral a unas dos libras en casi cualquier supermercado o pasteles de arroz con salmón envueltos en algas a un precio similar en restaurantes japoneses de comida rápida. Quiero decir que los pobres tienen opciones y que hasta cierto punto no veo mal que se cargue de impuestos la comida con determinadas sustancias grasas chungas o las que llevan carne de vacas alimentadas con antibióticos para evitar cualquier riesgo de enfermedad del bicho y maximizar la producción.
chifluelmo
/ 1 marzo 2011Como siempre la culpa la tiene el PP y el PSOE, nada por que claro las hamburguesas prosperaron en el gobierno de Aznar solamente. Esto ya no es una cuestión de partidos, es un cambio obligado y sin retorno ¿por quién? ni idea, pero no importa quien gobierne en el futuro ya estamos sentenciados. Sobre lo que nos espera en el futuro recordad lo que os comento existirá una tarjeta de racionamiento de calorías en el cual solo comeremos lo necesario para vivir…
Pero bueno, continuamos poniendo parches, un saludo
el viejo Víctor
/ 1 marzo 2011A veces los siniestros neoliberales no dejan de sorprenderme. La comida basura no son solo hamburguesas de McDonalds. Comida basura son demasiados tipos de pseudoalimentos. Todos aquellos que son consumidos por las clases populares, pues casualmente suelen ser los más económicos. Mientras los amos del cotarro toman de aperitivo fresquísimas gambas de Huelva o jamón ibérico de bellota, los pobres nos conformamos con unas tristes galletas saladas infectadas de toda clase de conservantes y “potenciadores” del sabor. Auténticos venenos, pero entre los humildes la economía no da para mucho más. Esta es la genialidad de los neoliberales: un impuesto para los de abajo en exclusiva. Pero claro, es por nuestra salud. Algo que les preocupa sobremanera a estos genios. Puestos a proponer, que también creen un impuesto para los mayores de 65 años, total, en España ganan en un 70% menos de 1000 euros al mes y generan muchísimos gastos médicos. También otro a los que viven en infraviviendas, pues estos están cogiendo todo tipo de enfermedades con el frío invierno y tanta humedad. Y esto nos genera mucho gasto a los ciudadanos responsables. Otro impuesto imaginativo debería castigar a los parados: no hacer nada les lleva a pasarse el día pensando y esto es peligrosísimo para la salud. Basta recordar la enorme nomina de filósofos que acabaron mal de la cabeza. Y los ciudadanos sanos y responsables no debemos tener tanto gasto por actitudes tan irresponsables de tanto alocado e irresponsable ¡un respeto!
Rafael Aparisi
/ 1 marzo 2011Para Zana. Llugué a Madrid en el año 1.971. He visto y vivido en directo las «trasmutación» de políticos de todas clases y colores. Hasta de dos «proceres de la libertad» que lideraban la famosa LCR.
Pasado un tiempo prudencial, se como son y como viven. Por supuesto que existen partidos con personas idealistas y limpias…pero son tan pequeños, que no pueden cambiar nada…ya que con esta Ley Electoral…se les cierra el paso.
Solo he conocido a dos políticos que han seguido una pauta perfecta y honrada-pero que ya no pintan nada en sus partidos-. Me refiero a Julio Anguita. El otro, fue «pasado por el rodillo» del antiguo PSOE- al que le sobra la O, ya que Felipe González dejó de ser marxista en un famoso Congreso, creo recordar que el XXVI-y como ha muerto, mejor guardar en silencio su memoria.
Como siempre…alto y claro.
Trancos
/ 1 marzo 2011No sé dónde leí que «cuando la mierda valga dinero, los pobres nacerán sin culo». No teniendo paciencia para esperar la revalorización de la mierda que los pobres cagan, los neoliberales británicos han encontrado la justificación perfecta para obtener ingresos de la mierda que los pobres comen. Encima dirán que es por su bien.
Y aquí, nuestros próceres, animandonos a consumir, que si un ahorro del 16% es una barbaridad para la economía y tal. ¡Con la inflación al galope, la gasolina por las nubes (no, gasolina no hay que consumir), medio país en el paro o en precario y la otra mitad temiendo perder el trabajo! ¿se creen que estamos gilipollas?
lur
/ 1 marzo 2011Hola Rosa.
La Primavera a llegado a este blog,cada dia hay mas luz… me gusta el cambio.Estoy sonriendo gracias.
Pepa
/ 2 marzo 2011Vaya cambio de look!! Puedo preguntar por qué?
Pepa
/ 2 marzo 2011Depende de a que llames comida basura. El problena de Reino Unido no son las hamburgueserías, es toda la comida precocinada que se vende en los supermercados (hay una gran variedad) y que sale mucho más barata ( por supuesto da mucho menos trabajo que cocinar) que la compra de alimentos frescos. Creo haber comentado aquí alguna vez que los pobres eran los únicos gordos en Gran Bretanha. Entre la comida precocinada hay muchas opciones, desde pizza o lasanha hasta chicken roast o ternera al curry, pasando por menestra o sopa de verduras. Por otro lado si cocinas una hamburguesa con una buena carne y un buen pan no es más insana que un filete con patatas. Así que estaria bien saber exactamente a que se refieren con «comida basura».
periodistaenbabia
/ 2 marzo 2011Esos problemas de salud supongo que se los provocará a quien se pase el día consumiendo comida de McDonalds y similar, pero no me creo que por comerla un par de veces al mes se produzca un efecto pernicioso significativo en una persona con una salud estandar.
Así que ya ves tu qué medidas. Cualquier cosa con tal de justificar la presunta inviabilidad del Estado de Bienestar.
Un saludo y felicidades por el cambio; me gusta.
Tania
/ 3 marzo 2011«El Tunel» es del autor Ernesto Sabato
rosa maría artal
/ 3 marzo 2011Mil gracias, Tania.
Rubén Nieto
/ 3 marzo 2011Totalmente de acuerdo, Pepa. Entre los dietistas circula una frase que dice algo así como: «En los países pobres la obesidad es una enfermedad de ricos, y en los países ricos es una enfermedad de pobres». De todos modos, las causas (así, en plural) de la segunda parte de la frase son bastante complejas, e incluyen también factores culturales, mayor vulnerabilidad a la publicidad, trabajos alienantes que generan ocios alienantes, etc. Añadamos también que la historia empieza en la infancia, con las chucherías, la comida colorista , barata y facilona, las pizzas y pasta,… y una publicidad agresiva y engañosa.