¿Olvidar el Muro de Berlín?

 

  Estos fragmentos del Muro de Berlín los cogí con mis propias manos hace hoy 21 años, cuando por las noche se abrieron las puertas que hasta entonces incomunicaban dos mundos. Muchos picaban también para acelerar su destrucción.

Cada 9 de noviembre desde entonces es un aldabonazo que despierta innumerables recuerdos para mí. Lo he contado ya muchas veces. El año pasado, en el aniversario redondo, hasta la saciedad.

Somos muy aficionados los humanos a la nostalgia y a fijar los recuentos en el punto de partida o en el presumido final.  Un solo momento. Y no, no deberíamos decir “hace 21 años que cayó el Muro”, sino, quizás, “21 años sin Muro”.

Sólo 11 meses después de aquel histórico 9 de noviembre de 1989, los trozos de muro se vendían ya con olor a pintura fresca. recién hechos para los turistas. La sociedad de consumo había irrumpido en la eufemísticamente llamada República Democrática Alemana que fue engullida por la RFA con la rápida reunificación.

En Gran Bretaña mandaba Margareth Tatcher y EEUU despedía al actor-presidente Ronald Reagan para recibir a papá Bush. Precisamente esos tres grandes mandatarios, los que sentaron las bases del neoliberalismo. Europa era una inmensa bandera roja con la socialdemocracia triunfante. Y todos nos pusimos muy contentos con la caída del Muro.

Y, vaya, resulta que hoy, 9 de Noviembre de 2010, unos entes llamados «mercados» ordenan a los gobiernos lo que tienen que hacer con sus ciudadanos. Los organismos internacionales actúan de portavoces de esos señores -muy pocos frente a la sociedad mundial- que buscan obtener obscenos beneficios a costa de lo que sea y, junto a agencias privadas financieras, “califican” y castigan países para que no se aparten de la ortodoxia neoliberal. Europa es una mancha azul, burocratizada, retrógrada y obsoleta, porque así la votaron los ciudadanos. Y, éstos, parecen creer en su propia culpabilidad, que se excedieron en gastos, que vivieron por encima de sus posibilidades, y se aprestan a apretarse el cinturón hasta la yugular si es preciso, porque un dulce manto narcotizador sale por pantallas, radios y periódicos. Más aún, se disponen a reforzar el liderazgo neoliberal por su propia voluntad. La socialdemocracia vencida, asimilada y obediente. Una ola de involución democrática sacude a la ciudadanía con todos sus anclajes.

Bush hijo lava su imagen. El pobrecito no quería usar la fuerza en Irak, no sabemos aún quién le convenció contra su voluntad, y es solo un ejemplar ciudadano «honesto y sencillo«.  Así quedará para la historia que reescriben. Tratando de traspasar el Muro de Berlín murieron en 28 años entre 136 y 250 personas. Cada año, en la frontera México-EEUU perecen 500 inmigrantes. Ni griegos, ni franceses en la calle detienen el dogma neoliberal dictado por Bruselas. Tampoco los alemanes logran parar un tren nuclear. Los poquitos que se animan a esas osadías en la Europa de más arriba. Aquí tenemos, entre otras muchas desgracias,  un molesto incordio con otro muro y una incómoda sociedad que se harta por nada, por sus condiciones de vida y por sólo llevar esperando respuestas desde mucho antes que cayera el Muro de Berlín, desde hace -durante- 35 años, cuando, siendo conciudadanos nuestros -vía colonia- España los dejó tirados.

¿Qué más podría decir? Que la bolsa de plástico en la que guardo uno de los trozos del Muro de Berlín amarillea. Que soy más vieja aunque puede que más luchadora. Que ya no coge el primer avión a Berlín el amor que no puede resistir mi ausencia.

Ayer hablaba con Javier Valenzuela en jugosa conversación, coincidiendo los dos, en el que el Muro fue una putada para quienes lo padecieron, pero para nosotros ha sido casi idéntica putada que cayera. Tras el se escondía… el primo de Zumosol. Sólo entienden eso. La dinastía alauita de Marruecos lo saca continuamente a pasear. Y entre eso y lo que algunos se llevan a sus bolsillos privados, queda todo como está.

Me perdonará Javier que utilice su brillante símil: “Ellos” juegan un partido de fútbol americano, nosotros un partido de tenis en campo inglés. Cuando nos dan una patada en la espinilla -los que reaccionan que tampoco son tantos-, llaman al árbitro. “Mire Vd lo que me ha hecho”. Y él se encoge de hombros. Y no, es que juegan en su campo y marcan las reglas. Lo que se disputa es un campeonato de fútbol americano, con zancadillas, puntapiés y lo que sea menester, no tenis británico. Habremos de jugar también fútbol americano. Y, para el rudo encuentro, parecen imprescindibles algunos primos de Zumosol. Así que aparquemos un ratito al menos el Muro y los recuerdos que la supervivencia se libra hoy, y con las reglas de hoy.

16 comentarios

  1. Víctor

     /  9 noviembre 2010

    El sueño de una democracia global se ha ido esfumando en estos 21 años. La caída del muro significó la entrega de parcelas de poder, sin apenas resistencia, a las corporaciones financieras. Tan grandes hoy que es imposible que se permita que caigan. Los sueños de democracia fueron paulatinamente sustituidos por la pesadilla de los mercados. Mercados que son desequilibradamente atrapados por esas corporaciones. Ellos dictan las reglas, nosotros nos transformamos en siervos sin poder de decisión. En vez de nacer una época de esplendor de la ciudadanía estamos ahora en tiempos de resistencia. No hay que ser un lince para darse cuenta de cuál es la frontera que divide al mundo hoy, la dictada por el beneficio empresarial y la cuenta de resultados, la infranqueable barrera de la desigualdad, todo para unos pocos, nada o migajas para el inmenso resto.

  2. Pepa

     /  9 noviembre 2010

    Voy a robarle la frase a Felipe Gonzalez:
    «Estamos empezando a discutir un futuro que ya paso»

  3. Tienes razón en que la caída del muro fue una putada para nosotros. La mera existencia de una alternativa -aquella nebulosa que era el bloque soviético y su supuesto paraíso socialista- obligaba a nuestros mandarines a guardar las apariencias. No se podían pasar con nosotros, porque igual concluíamos que era mejor arriesgarnos a la alternativa. Por eso durante décadas se portaron bien, y nos dejaron tener un Estado del Bienestar mientras nos enseñaban a diario las terribles maldades de la alternativa y ocultaban las suyas -desde la colonización imperialista hasta Argentina y Chile-. Ahora, sin muro y sin alternativa, ya no tienen motivos para hacerse los simpáticos. Ya no tienen miedo.

  4. Trancos

     /  9 noviembre 2010

    Con los escombros del Muro de Berlín se han levantado un mogollón de muros en otras partes del mundo, no por más intangibles menos insalvables.

    Me he acordado de la canción de Sabinas:

    Ese tipo que va al club de golf si lo hubieras visto ayer
    dando gritos de «Yankie go home», coreando slogans de Fidel.
    Hoy tiene un adoquín, en su despacho, del muro de Berlín.
    Ese mismo que tanto admiró la moral estilo soviet
    por un catorce por ciento cambió, la imaginación al poder.

  5. Rosamaria, yo veo bastante resumido el hecho en la frase que pronunció una Delegada a la Conferencia de Mujeres de Pekín: «El muro de Berlín cayó sobre las mujeres». En sentido literal parece una exageración. Pero si nos detenemos en el papel social de las mujeres (su rol de género) su participación en la sociedad, las grietas y trabas a su empoderamiento, los socavones en el camino hacia la igualdad que deben padecer, la calidad de la democracia y vida cotidiana que ayudan a construir, y las repercusiones que todo esto (y más) implica para las personas con las que tejen redes de convivencia y reciben sus atenciones y cuidados, no lo es en absoluto. Un abrazo!

  6. No podía estar más de acuerdo, sobre todo en el tema de los mercados. Desde hace siglos son unos pocos los que manejan el cotarro económico a nivel mundial, y sabemos que el dinero es la mayor fuerza del planeta. Como dice Tracio, ya no tienen miedo. Lo peor es que nosotros tampoco, tal es el engaño al que nos tienen sometidos, creemos que vivimos en libertad pero realmente estamos sometidos a un sinfín de esclavitudes. Derrumbemos la sociedad del dinero, denunciemos la mentira, destapemos a los poderosos. Seamos árbitros justos en ese partido infame del que hablas.

    La verdad nos hará libres.
    http://nadamasquelaverdad.wordpress.com/
    Saludos.

  7. Joan

     /  9 noviembre 2010

    Como tantas veces Rosa, chapeau!!!!!!!.

    Hoy me apetecería compartir con vosotros esta entrevista que me pareció muy, muy interesante. La quería poner ayer (pero me fui a la camita) como argumento cuando hablábamos con Tracio de Felipe González, ya que hacia un comentario al respecto.

    Pero con el post de hoy encaja a la perfección:

    http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3685

  8. zana

     /  9 noviembre 2010

    Hola personas,
    poco se puede decir que no esté dicho. Me quedo también con la frase de Tracio «ya no tienen miedo».
    Pero creo que nosotros sí deberíamos tenerlo. En primer lugar porque no creo que estemos preparados, mentalizados, para combatirles. Ahora aún estamos estupefactos, preguntándonos si será posible, si será verdad, también empezaremos, ya empezamos a reprocharnos ¿quién tiene la culpa?, como si eso fuese a arreglar algo. Ayer debatimos algo sobre esto, que sólo nos hace perder el tiempo y despistarnos.
    Seguiremos peleando, con nuestras anticuadas formas de resistencia -ahí están los ejemplos de Francia y Grecia, impecablemente heroicos hasta la derrota por asfixia nutricional e hipotecaria- ¡¡¡Bravo por ellos!!! Seguiremos hasta que encontremos algo, como fue el hallazgo de la huelga hace dos siglos, que les haga daño (se me ocurren los boicot selectivos al consumo, pero no sé)
    Es cierto, ya no nos tienen miedo. Pero no debemos olvidar que una vez si nos lo tuvieron. Fue cuando pensaban que podíamos decidir vivir de otra manera. Igual es la próxima generación la que llega a Utopía.

  9. Muy de acuerdo.Pero ,Rosa María este post y el que enlazas del año pasado,y el del anterior.Esos post donde sale el visado de entrada y salida a la RDA,el puente,la primera retransmisión desde el muro recién abierto,me han traído muchos recuerdos.Los míos no son de 1989,son de 1985.Estudiante en Berlín Occidental,con una beca del Instituto de Cultura alemana -Goethe Institut,me pasé el verano y el otoño de aquel año en esa ciudad «libre y sitiada».En España Felipe González recibió al alcalde de Berlín y le expresó la importancia para el mundo libre de la permanencia de España en la OTAN.También visitó Berlín François Mitterrand y expresó su solidaridad con ese trozo de occidente rodeado de «divisiones soviéticas».Eran los primeros momentos de lo que alguno llamó la «Rusia light»,esto es, la Perestroika (apertura) y la Glasnot (transparencia) de M. Gorvachow .Muchos pensaban que modificar cosas en el mundo del llamado «socialismo real» ,y un dirigente «tan joven» podía plantear la invasión militar de Europa Occidental,ante la posible pasividad de EEUU,o por el contrario ,como al final sucedió ,que se les cayera encima todo.
    Mis recuerdos sobre la vida en Berlín occidental dan para explicar muchas anécdotas,igual un dia las explico,pero por mencionar alguna,resultaba muy curioso salir de la residencia y encontrarte a soldados ingleses o americanos «de maniobras» por el barrio,la cara de «alucine» de los oficiales soviéticos ante el paraíso de las compras y diversión de una ciudad que nunca duerme.No todo era tan divertido pues el barrio de Kreutzberg ,ya para entonces,era un geto turco sometido a restricciones y tensiones importantes etc.Pero mis visitas semanales a Berlín Oriental (la capital de la RDA),amén de un visado especial para poder pasar unos días invitado por unas familias de Leipzig y Dresde,me dieron la nota definitiva.Resulta,como de todos es conocido ,que los «encerrados» no eran los de la «isla» ,sino aquellos que se encontraban al otro lado del telón de acero.La vida en la RDA era muy gris ,y sólo se puede reivindicar desde la ceguera más absoluta.Los intentos de reivindicación de la vida «sencilla y auténtica»,no han dejado de producirse desde entonces y constituyen el fenómeno de la «Ostalgie»,o revisionismo histórico propiciado desde el exilio chileno por el ex-presidente Honecker.Sobre el mismo tema hay una película tragicómica «Good Bye Lenin!».Mi impresión fue muy grande en aquel momento,siendo hijo de trabajadores ,me encontraba en un «Estado de obreros y campesinos».La gente no parecía feliz y trataban al occidental como a un ser «superior».El mundo de los dirigentes privilegiados con sus cochazos y «queridas»,clubs privados etc desentonaba mucho con una juventud (lógicamente ,la que yo presencié) que sólo sabía emborracharse hasta caer al suelo para divertirse el fin de semana…Así como unas ciudades que mantenían en un grado aún muy alto las huellas de la última guerra etc.La crueldad del muro ,saber que disparaban de verdad ,incluso en caso de accidente (tiroteos por salvar a alguien caído a un canal o al rio Spree) daba la puntilla a una situación ,a un statu quo repugnante.Si por esto no fuera suficiente ,tuve un «bonito» encuentro con la Stasi.Tanto cruzar de un lado al otro,se debieron pensar que era un «correo» de la CIA o similar.Me tuvieron dos horas de interrogatorio,no me tocaron,registraron,eso sí,mis pertenencias,me trataron de nazi por estudiar en una escuela para ricos,y al final me salvé de más incomodidades pues llevaba una carta de recomendación para cursar estudios en la Universidad Humboldt…Bueno lo dejo que esto ya se ha salido de madre.Estoy de acuerdo con tu post …pero la reivindicación de un mundo con peligro de confrontación nuclear,tampoco me convence.Ahora sigue ese peligro,claro está,es difuso y está más atomizado…pero parece menos real.Un saludo.

    http://www.pandugarddr.blogspot.com/

  10. Ya lo dice #Trancos en el comentario número 5: «Con los escombros del Muro de Berlín se han levantado un mogollón de muros en otras partes del mundo, no por más intangibles menos insalvables.»

    Yo me he acordado de un vídeo de Eduardo Galeano en el que denuncia la existencia de esos muros. Lo enlazo para quien guste de verlo. Duración 12:25

    «El Muro de Berlín era la noticia de cada día. De la mañana a la noche leíamos, veíamos, escuchábamos: el Muro de la Vergüenza, el Muro de la Infamia, la Cortina de Hierro…
    Por fin, ese muro, que merecía caer, cayó. Pero otros muros han brotado, siguen brotando, en el mundo, y aunque son mucho más grandes que el de Berlín, de ellos se habla poco o nada.

    Poco se habla del muro que Estados Unidos está alzando en la frontera mexicana, y poco se habla de las alambradas de Ceuta y Melilla.

    Casi nada se habla del Muro de Cisjordania, que perpetúa la ocupación israelí de tierras palestinas y de aquí a poco será 15 veces más largo que el Muro de Berlín.

    Y nada, nada de nada, se habla del Muro de Marruecos, que desde hace 20 años perpetúa la ocupación marroquí del Sáhara occidental. Este muro, minado de punta a punta y de punta a punta vigilado por miles de soldados, mide 60 veces más que el Muro de Berlín.

    ¿Por qué será que hay muros tan altisonantes y muros tan mudos? ¿Será por los muros de la incomunicación, que los grandes medios de comunicación construyen cada día?….»

  11. Así como nosotros decimos «los griegos y los franceses», en Francia dicen «los giregos y los españoles». Es bastante probable que no estemos a la altura de como nos ven nuestros vecinos del norte. ¿A qué esperamos para ponernos las pilas?

    PS: el 13 de noviembre habrá manifestación importante en Barcelona. Allí estaremos muchos. Aunque los medios, al servicio de los de arriba, miren para otra parte, no lo hagáis vosotros.

  12. apajerabierta

     /  10 noviembre 2010

    Son los mercados los que realmente controlan la situación. ¿Cómo va a ser autónomo un gobierno que debe -sin decimales- varios huevillones de euros a unas entidades cuya unica razón de ser es maximizar SU beneficio?
    A mi ésto que llamamos Democracia, Estado de Derecho y demás nombres grandielocuentes, me recuerda a esos perros que en lugar de estar atados con una correa muy corta, tiene la correa atada a un cable de diez o quince metros por la que se desliza. Unas veces está en una punta otras veces en la otra , PERO SIEMPRE LIMITADO AL REDUCIDO ESPACIO QUE LE HA DEJADO EL DUEÑO CON EL CABLE. El perro está muy orgulloso de «sus conquistas» pero los que lo vemos sabemos que ESTA PRISIONERO DEL DUEÑO DEL CORTIJO.

  13. Cuando «cayó» el muro supe que iba a pasar lo que ha pasado en el mundo desde entonces. Nunca tuve la más mínima duda y la primera en lamentarlo soy yo. Los que más celebraron esa caída fueron los que ahora nos están «cagando la vida» (como dirían en Argentina), aunque se cuidaron muy mucho de salir en primera fila. Dejaron el protagonismo a las gentes de buena fé, que pensaron, erróneamente, que con esa caída la democracia avanzaba… y mira hacia dónde está avanzando… Se acabaron las contenciones, la diferencia, el «coco»… a mayores, la esperanza…

    Y en esas estamos, cada vez más «rojos» pero sin nadie que aúne los esfuerzos, hartos ya de estar hartos, desayunándonos cada día un desafuero nuevo, una nueva invasión, una nueva lista de los hombres y mujeres más ricos del planeta, una estadística de muertes por violencia o enfermedad cada vez más abrumadora, una paulatina desaparición de continentes enteros enfangados en corrupción, miseria y olvido.

    Ante el espectáculo truculento al que asistimos cada minuto del día, cuando veo las piedras coloridas del muro de Berlín, perdonadme todos, pero lo único que me apetece es llorar por lo que pudo haber sido y no fue.

  14. zana

     /  10 noviembre 2010

    Hola personas,
    como hoy no tenemos ración de «Lucidez Artaliana» seguiremos comentando lo de ayer.
    Me encantan los correos de Apajerabierta y de Blanca.
    El ejemplo de la cadena y el perro, perfecto. Me recuerda, hablando de perros a aquel otro que decía: somos pulgas encima de un perro y nos pegamos por decidir quién es el amo del perro.
    Y Blanca, comparto contigo lo de «hartos de estar hartos». Y no llores, al menos que esos cabrones no nos vean llorar.

  15. eliecer

     /  12 noviembre 2010

    Un poco subversivo 🙂

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