Los neutrinos son pequeñas partículas (dicen que subatómicas o sea más pequeñas aún que el átomo) que cuentan entre sus principales características que prácticamente no interaccionan con las demás y pasan a través de la materia ordinaria sin apenas perturbarla, sin que nadie se entere.
Atisbada por primera vez su existencia en 1930 (sí, al año siguiente de un famoso crack económico), fue el físico Wolfgang Pauli quien se devanó la mente para entender la aparente pérdida de energía de los neutrones que culminaba en su desintegración β. Incluso planteó el problema en esta ecuación:
Cualquiera podría pensar que unos elementos diminutos, a los que se les descubrió una (ínfima) masa tras buscarla mucho, y que además no interaccionan con nadie, no merecerían la más mínima atención, pero no es así. Va una a comer con su sapiente hijo y la radio del coche le vuelve a contar que los neutrinos han invalidado la teoría de la relatividad de Einstein, al menos cuando estableció que no existe velocidad mayor que la de luz. La ciencia –explica mi vástago según creo entender – precisa muchas comprobaciones antes de llegar a una conclusión definitiva, no matemos aún a Einstein ni mucho menos porque además las teorías conviven y por ejemplo los ingenieros se siguen basando en Newton. Ante mi expresión admirada, mi hijo responde que lo que me cuenta es de primero de física. No dice “todo el mundo lo sabe», porque él jamás haría eso, pero entiendo que es lo que, impaciente, quiere expresar. “Menos la mayoría de los periodistas”, aclara adelantándose a la verbalización de mi pensamiento.
Ya en casa, compruebo que los amorfos e insolidarios neutrinos no son en absoluto inocuos: la masa del neutrino tiene importantes consecuencias en el modelo estándar de física de partículas ya que implicaría la posibilidad de transformaciones entre los tres tipos de neutrinos existentes en un fenómeno conocido como «oscilación de neutrinos«. En una palabra, que se cambian de familia sin sentir ¡Por si faltara poco!
Más aún, si el sol es la principal fuente de neutrinos… Una parte de la energía fabricada por las estrellas se pierde y no contribuye a la presión, siendo la razón por la que se dice que los neutrinos son «sumideros de energía». Su contribución a la energía emitida en las primeras etapas no es significativa, nos dicen, pero en los colapsos finales de las estrellas más masivas, cuando su núcleo moribundo se encuentra a elevadísimas densidades, se producen muchos neutrinos en un medio que ya no es transparente a ellos, y sus efectos se notan. Vaya si se notan.
Es decir que neutrinos parásitos, que no crean prácticamente nada, que no arriman el hombro, ni se mueven ni se notan cuando se genera energía, se apuntan en tromba en los estertores de cuerpos, para succionar la poca fuerza que quede, cambiando de familia si se tercia. Nuestro sistema muere, la energía para construir uno diferente y más justo existe, pero hay que cargar con estas setas egoístas y amorfas.
Vds. disculpen la interpretación libre de algo tan serio como la física, pero si queréis aliviar la depresión, tenemos por ejemplo una cita el miércoles.