Andamos aquí ocupados con el fútbol y los toros (aún, parece mentira), manipulando electoralmente el terrorismo, y entronizando ya al «neocarismático» Rajoy. Lo que decide nuestros destinos más de cerca es sin embargo la Unión Europea para la que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, de EEUU (que quedó horrorizado en su reciente visita a Bruselas de la desunión y camino errático de la actual dirección de la UE) prevé quiebras en cadena. ¿Qué impicaría eso? Sueldos, pensiones y prestaciones de paro muy mermados, hipotecas por las nubes, mayores recortes aún en servicios sociales. Ved las barbas peladas de griegos, portugueses e irlandeses.
Andreu Missé, corresponsal de El País en Bruselas, escribe hoy un artículo que suscribo. Destaquemos algunas ideas:
- La recesión ha dejado 23 millones de parados en el Viejo Continente.
- Se ha abierto una peligrosa división entre los pueblos del norte y del sur.
- Un abandono del euro sería una bomba nuclear para el proyecto europeo.
- Según Van Rompuy, no hay un ‘plan B’ porque la Unión se hace paso a paso.
- Hasta ahora la solidaridad con Grecia se ha limitado a unos 60.000 millones de euros, en buena parte para proteger a los bancos franceses y alemanes, mientras la banca europea ha consumido más de 420.000 millones en inyecciones de capital y compras de activos dañados. (Este dato por cierto es parcial, según cifras de la propia UE, la cantidad que se puso a disposición de todos los bancos -en diferentes fórmulas financieras- sólo en el primer tramo de la crisis fue de 3,7 billones de euros, y luego se arbitró un fondo de 750.000 millones más, y ya se está preparando otro).
Y aquí el inicio del desarrollo que pone los pelos bastante de punta…
«La semana pasada me encontré en el aeropuerto con un colega que había trabajado conmigo en el Ministerio de Finanzas y ahora es presidente de un gran banco. Hablamos de la crisis de la zona euro y me dijo: ‘Después de todas estas conmociones políticas y económicas que estamos pasando va a ser muy raro que en los próximos diez años podamos escapar sin una guerra, así que estoy pensando en sacar la green card para mis hijos y emigrar a Estados Unidos». La anécdota fue contada en el pleno del Parlamento Europeo el pasado día 14 por Jacek Rostowski, ministro de Finanzas de Polonia, que ostenta la presidencia de la Unión. «Esto no podemos permitirlo», apostilló el ministro tras afirmar que «Europa está en peligro”.
La palabra guerra ha entrado inesperadamente en la escena política europea. Precisamente fue el anhelo de poner fin a los continuos conflictos bélicos que periódicamente asolaban el Viejo Continente lo que impulsó a destacados políticos como Konrad Adenauer, Jean Monet, Robert Schuman, Winston Churchill, Altiero Spinelli y Paul Henry Spaak a poner en marcha el proyecto de la UE, después de la Segunda Guerra Mundial.
La falta de solidaridad está apagando la idea de Europa. El debate sobre la probable salida de Grecia del euro ha adquirido naturaleza de normalidad. Y el contagio ya ha alcanzado con distinta intensidad a Portugal, Irlanda, España e Italia. Los mercados mandan sin freno alguno. El aumento del paro y de la pobreza proporcionan los ingredientes para el auge de los partidos xenófobos, populistas y el refuerzo de los sentimientos antieuropeos».






Miguel Ángel Cuesta Gómez
/ 25 septiembre 2011Terrible previsión. Cada día uno se encuentra con algo pero que el día anterior. Desde luego, si no somos capaces de cambiar este sistema corrupto que nos ha llevado a esta situación no es descartable que la palabra guerra forme parte de nuestro lenguaje habitual. Nadie desea lago como eso pero tampoco dejan actuar a los que pueden darle una solución.
angelsmcastells
/ 25 septiembre 2011Buenos días, Rosa, la idea de Europa tal como nos la quisieron vender fue un espejismo. Lo que sí es en realidad, es un desequilibrado eje que pretendía ampliar su zona de influencia desde Gibraltar hasta los Urales. Tu citas a Van Rompuy en el sentido de que «no hay un ‘plan B’ porque la Unión se hace paso a paso». Más bien la avaricia y la incapacidad de pensar de manera no peligrosamente nacionalista de algunos países centrales acaban de «deshacer» lo que quizás alguna vez pudo haber sido… Los centros de ese eje franco-ALEMAN están dejando sin sangre los países miembros de su «periferia». Una vieja teoría, ya ves, que se aplica perfectamente a esta pesadilla europea. Y es que, por si había alguna duda, las intenciones quedaron claras en la manera cómo se concibió e impuso el euro. Y la política monetaria que lo sustenta, y un Banco Central Europeo autista y alejado de controles políticos democráticos añadieron el resto… ¡Cuanto tiempo hace que algunos grupos o personas, de toda este engendro en construcción, lo venimos advirtiendo ! Ayer por la tarde encontré un texto escrito en el 2003 y que no es precisamente por ello de los más antiguos, http://puntsdevista.wordpress.com/2011/09/24/menos-maastricht-y-mas-democracia-un-texto-del-2003-demasiado-vigente/, — pero que es casi tan actual como el que tu citas. Y es que el gran sabio de nuestros tiempos es El Roto, a quien acudi para ilustrar las viejas (y tan necesarias) reflexiones que fueron cayendo, una tras otra, en saco roto. Un abrazo!
Otis B. Driftwood
/ 25 septiembre 2011La idea de Europa tuvo quizá su punto álgido en la primera mitad de los años noventa o, más concretamente, los años previos a la (¿apresurada, inconsciente, poco meditada?) ampliación. Con la Europa de los 15, e incluso con la de los doce, fue el momento en el que buena parte de las democracias de la UE podrían haber dado el paso valiente de crear una unión política que, más tarde, habría sido incontestada (los países que quisieran unirse ya lo harían con la pérdida de soberanía consustancial a un estado federal). Ese paso no se dio, quizá porque nadie se atrevió a darlo sin el concurso de Gran Bretaña, anclada entre el euroescepticismo y la incondicionalidad hacia la política estadounidense, siempre enemiga del concepto de una potencia europea unificada. De modo que el momento en que eso se pudo hacer pasó y no volvió. Pocos años después, a la ampliación de diez miembros a la vez (motivada por la prisa en tomar posiciones de influencia tras el desmembramiento del bloque soviético), se unió un giro político en casi todos los países de la unión desde la socialdemocracia al conservadurismo, en algunos casos extremo, como el de España, y la vuelta a los nacionalismos dentro de los países que adoptaron esa política. El caso de España, además, es paradigmático, puesto que de un europeísta convencido y proactivo como Felipe González se pasó a un atlantista defensor de un patriotismo hojalatero (más allá de la unión económica y monetaria, que no tuvo consecuencias políticas ni territoriales) y al famoso tratado de Niza, que en la práctica destrozaba el propio concepto de Unión Europea. De ahí, cuesta abajo hasta la situación actual.
Ramón Tamames escribió hace algunos años, cuando la invasión de Iraq, un par de artículos acera de la dialéctica dólar-euro y de cómo una de las consecuencias de la guerra iniciada por Bush Jr. fue que el resto de países árabes de la OPEP descartaran un plan que estaba comenzando para utilizar el euro en lugar del dólar como moneda en el comercio de petróleo, lo que hubiese supuesto un tremendo golpe a la economía norteamericana. Es sólo un ejemplo de cómo la política de bloques sigue vigente, y de que la UE las tiene de perder precisamente por no haber tenido nunca una voz única para defenderse de los ataques externos. En este sentido, yo siempre he pensado que gobiernos como el polaco o el británico no ejercen más que de quintacolumnistas de EEUU, a la vista de sus políticas para con la Unión Europea. Porque siempre me he preguntado: Si no les gusta ceder soberanía, ¿para qué entraron en la CEE/UE en primer lugar? Noruega y Suiza nunca han querido, y de hecho no están (por cierto, en el caso de Noruega, por decisión popular en referéndum).
Saludos.
esto es lo que hay
/ 25 septiembre 2011Lo que no existe no puede desaparecer. La Unión Europea nunca existió, era el Mercado Común Europeo, sólo que con otro nombre, donde, las «fronteras se mueven…como las banderas».
Ese intento de unir en torno a la avaricia y esperar a que la unión cuaje, es sintomático de la cultura imperialista y colonialista de quienes (el eje Londres-París-Berlín) mueven los hilos siguiendo las órdenes de los especuladores…
Tristemente creo que tiene razón quien apunta a que el final de esta crisis vendrá de la mano de una nueva Gran Guerra…en la que los trabajadores de todos los países nos mataremos entre nosotros para defender a los ricos…como siempre ha sido.
Y luego, cuando la sangre de nuestros hijos y las lágrimas nuestras (mejor al revés) corran por los arroyos buscando el mar, entonces, y sólo entonces…pondrán en marcha una depuradora…no sea que la sangre llegue al mar y se les manche el yate…
¿Unión? ¿Unión en torno a qué? yo sigo creyendo en dos nacionalidades: los trabajadores y los otros…y sólo participaré en una guerra, en la guerra de Clases…y, ahora, pueden llamarme sectario, obsoleto, anticuado o, el «insulto» preferido, Comunista
Gerard
/ 25 septiembre 2011Lo he leído y me ha encantado, de hecho pensé en linkearlo en mi blog también.
Lo que hay es una gran verdad, y es el hecho que una unión política y económica, pero sobretodo monetaria, no puede funcionar sin una política económica y fiscal única y concertada, porque las disparidades entre países se tornan demasiado grandes.
Hay que superar el debate nacional-continental y avanzar, sin duda, hacia una Europa fuerte, política, social y democrática, alejada de la Europa de los mercados y las finanzas de hoy y de ayer.
O salimos juntos o no salimos, eso es claro.
Rafael Aparisi
/ 26 septiembre 2011Parece que andamos meditabundos, en una crisis que me permito etiquetar como «de entreguerras».
El fantástico pensamiento de Bertrand Rusell, en su obra «El Poder»; ya venía a decirnos que los llamados movimientos sociales, se nutrían ante todo de individuos atomizados y desclasados que, a consecuencia de las sucesivas crisis económicas, habían perdido todo lugar público en la realidad social. Preferían ser siervos a supérfluos.
Los llamados grandes partidos, solo intentan «pescar» llegadas unas elecciones, entre esas «masas» desorientadas y cansadas de ser siempre parte de los perdedores sociales.¡Votos mandan!.
Europa debería de ser una superpotencia mundial, pero anda «atomizada» entre cientos de propuestas nacidas de diferentes Padres y Madres-léase Naciones que conforman la UE, que en muchas ocasiones, son laminadas o ignoradas por los dos Países que parecen «mecer la cuna» global europea, en su propio beneficio.
Sin una política fiscal global europea, un Banco del Tesoro europeo y un consenso sobre que dirección se desea tomar en asuntos económico/sociales…los brindis al sol serán eternos. Eso si, contando que de una vez por todas, se le consiga poner un dogal-a modo de leyes aplicables y ejecutables a la velocidad de los neutrinos-, a los llamados mercados en sus especulativas compras y ventas a corto plazo.
Mientras…el pueblo llano, anda a la espera de un futuro incierto que parece remorar una obra del irrepetible Gabo «Crónica de una muerte anunciada», viéndolas venir. En la sumisión, se halla el propio castigo.¡Bon día!.:
Hasta que esto llegue, seguiré tarareando-por no caer en la tristeza del impotente-,.. My Song:
http://youtu.be/nQIzY_lv96E