José Saramago ha muerto hoy a los 87 años de edad. Le tomo la palabra a Ramón Lobo. Me he quedado sin ganas de escribir.
Hay dos tipos de escritores: los que se asilan del mundo y tratan de modificarlo desde sus libros y personajes sin otro compromiso que la búsqueda permanente de la excelencia; y los que como José Saramago, que además de escribir obras esenciales como El memorial del convento, El año de la muerte de Ricardo Reis, los dos ensayos, el de la ceguera y el de la lucidez, y la maravillosa Caín, entre otras, son capaces de salir al mundo y tratar de cambiarlo con sus propias manos. Esa generosidad quijotesca la debió heredar de su abuelo, quien antes de morir hace ya muchos años se levantó de la cama, abrazó a los cuatro árboles que tenía en su huerto y se fue en paz, con la tranquilidad del deber cumplido.
Saramago nunca se escondió. Renunció a muchas líneas escritas en su atalaya de Tías, en Lanzarote, desde donde se ve el mar, por salir a la calle y dar voz a los que no la tienen, a los que nadie escucha, a los que nadie ve. Estuvo en todas las batallas en las que había un ser humano al que abrazar, fuese en Chiapas o en Haití, en Argentina, Chile o Uruguay, donde dictaduras sangrientas y crueles dejaron la huella de la otra cara del hombre. Libró batallas en favor de África, del continente oscuro y silenciado por una globalización informativa que solo habla de las cosas del hombre blanco, y otras en favor de sus inmigrantes desde su Lanzarote adoptiva, frontera primera para los que huyen de las guerras, la miseria, las enfermedades y la pobreza. También tomó partido por Palestina y los palestinos, cuya persecución y desgracia comparó con la que sufrieron muchos judíos en la Europa nazi y que le granjeó la beligerante enemistad de todos los gobiernos israelíes.
José Saramago sabía que el premio Nobel de Literatura no era sólo un galardón, el más importante para un escritor, era sobre todo una responsabilidad. Un gran altavoz para una voz que siempre habló en favor de los desfavorecidos, de los que escribió y duplicó en personajes extraordinarios como Baltasar y Blimunda en El memorial, seres que habitaron sus libros dándoles el sentido transcendente de las grandes obras.
Seguir leyendo El escritor que abrazaba hombres
Por Iberia, maestro. Por Pilar. Por los sueños perdidos que habrán de ser retomados una y otra vez.






Galgo de Casalarreina
/ 18 junio 2010¡Que pena!
Uno de mis grandes escritores, una de las plumas más lúcidas.
Nos veremos en la eternidad maestro Saramago.
Víctor
/ 18 junio 2010La balsa de piedra cada vez navega más sola, sin brújula, sin referencias
http://www.youtube.com/watch?v=lkQhaXi0ACw
http://cuaderno.josesaramago.org/page/43/
Carmen
/ 18 junio 2010Precioso el vídeo, evocador de sentimientos y momentos. Y el artículo de Ramón Lobo, pero José nunca habría esperado que bajáramos los brazos, ni la pluma. Hay mucho qué decir y tu sabes cómo hacerlo.
Warmize
/ 18 junio 2010Su «Ensayo sobre la ceguera» hoy está más vigente que nunca. Gracias Saramago!
Oddiseis
/ 18 junio 2010Qué tiempos éstos en los que además perdemos a los mejores …
Carmen tiene toda la razón; por él, por su lucha, por su memoria, ahora mas que nunca hay que alzar la voz y no rendirnos, seguir su estela, seguir sus lecciones. Como esos personajes suyos llenos de ternura y humanidad, esos heroes sencillos que por la fuerza de su amor perseveraban y conquistaban, sin estridencias, un mundo mejor.
Felipe
/ 18 junio 2010Un hombre honesto y un gran luchador en la búsqueda constante de un mundo mejor
Gracias por darnos tanto
rosa maría artal
/ 18 junio 2010Realmente, consuela que éstemos aquí todos. Me ha entristecido mucho la muerte de Saramago. Por nosotros. Dado que él ha tenido una vida plena y coherente. Y a todos nos va llegar el turno en la cinta sin fin.
Sólo me parece injusto que se dilate el tiempo para ciertas alimañas como las que han despedido a Saramago desde la caverna, con insultos, y desde luego para quienes les dan voz.
Por ello, en efecto, hay que seguir luchando y tomar la antorcha que deja Saramago.
Viator
/ 18 junio 2010«La orquesta se ha callado. El violonchelista comienza a tocar su solo como si sólo para eso hubiera nacido. No sabe que la mujer del palco (la muerte) guarda en su recién estrenado bolso de mano una carta de color violeta de la que él es destinatario, no lo sabe, no podría saberlo, a pesar de eso toca como si estuviera despidiéndose del mundo, diciendo por fin todo cuanto había callado, los sueños truncados, las ansias frustradas, la vida, en fin … El solo ya ha terminado, la orquesta, como un grande y lento mar, avanzó y sumergió suavemente el canto del violonchelo, lo absorbió, lo amplió, como si quisiera conducirlo a un lugar donde la música se sublimara en silencio, la sombra de una vibración que fuera recorriendo la piel como la última e inaudible resonancia de un timbal aflorado por una mariposa.
… Al día siguiente no murió nadie.»
(Las intermitencias de la Muerte. José Saramago)
A Saramago le ha llegado ese sobre de color violeta que la Muerte entrega a cada cual, pero ese solo de violonchelo, del que él nos habló en Las Intermitencias…, le acompaña en su camino.
Sit tibi terra levis.
piezas
/ 18 junio 2010Saramago no ha muerto, es el mundo el que agoniza.
narbona
/ 18 junio 2010De SARAMAGO habría que decir hoy más que nunca aquello de: «la palabra convence, pero el ejemplo arrastra» Todo él es ejemplo y coherencia.
Diego Fernández
/ 18 junio 2010Descanse en paz.
Waldeska
/ 18 junio 2010La sabiduría se manifiesta en la sencillez, en la ausencia de presunción, en no pretender demostrar en todo momento lo que uno sabe, los méritos que ha ido acumulando en una vida de conocimiento e investigación..
Son unas reflexiones que escribí hace tres años, tras la lectura de sus pequeñas memorias, las de aquel niño pobre y feliz que devino en un sabio y lúcido anciano.
No se ha ido. Siempre quedará su palabra y sus gestos.
Soto
/ 18 junio 2010Hola Rosa y amigos contertulios:
Estoy dolido,emocionado,pocos escritores con la profundidad y compromiso existen hoy en dia ;era la voz sabia que estaba donde habia injusticia.!Que pena!.
Si ,Rosa estamos todos aqui y eso también emociona y gusta.¿Pero será posible que pueda haber alimañas que no pueden guardar silencio ni cuando un personaje de la talla humana de Saramago deja de existir?
Si ,Carmen ,no podemos dejar caer nuestros brazos ,pero algo grandisimo se fué.
Boas noites ,apertas agarimosas
Oddiseis
/ 19 junio 2010Ellos, los de la caverna (qué gran obra también del viejo maestro), se pintan a sí mismos. Se alinean con ese sector del genero humano que se retracta de la solidaridad, de la compasión, del amor, de la empatía. Al fin y al cabo son los mismos que insultan a los muertos de las cunetas y a los que los lloran.
Ni siquiera haría falta compartir ideología ni respaldar sus actos para llorar la pérdida de un hombre comprometido con sus ideales y un grandísimo escritor.
Ellos van más allá. Hacen suya la máxima guerrera de que el mejor enemigo es el enemigo muerto. Sin darse cuenta de que así no son más que simios matándose a pedradas unos a otros (perdón, de corazón, a los simios por semblarlos a semejantes canallas). No es precisamente gracias a ellos y a todos los que han sido como ellos a lo largo de la historia, que los seres humanos hayamos creado obras hermosas y conmovedoras o que nuestros pies imprimieran su huella sobre la faz de la Luna.
Ellos no son mas que el ruido de fondo que ensucia, inevitablemente, el viejo vinilo del que brota el «Imagine» de John Lenon. No dejemos que terminen ahogando el sueño.
pandugar
/ 19 junio 2010Profundamente conmovido y entristecido.Y teniendo en cuenta,que ya no me caben muchos duelos,pues recientemente he tenido una pérdida personal directa: mi madre.
Se me ha muerto ,otra vez, alguien.Es decir ,yo no le conocía personalmente,nunca comimos o hicimos nada juntos .Pero ese hombre me tocó por años con su literatura y con su palabra combativa contra los abusos del poder .
Es cierto,se ha dicho y es verdad,puntuaba de forma peculiar.Escribía de forma peculiar,pero tocaba la fibra sensible de quien se acercaba ,sin prejuicios a sus palabras.Me han gustado e interesado casi tosos sus libros ,lo que normalmente no suele suceder.Me acercó un Portugal actual y antiguo,pues tocó en sus libros diferentes épocas de la historia de su país .Claro está, sus alegorias o metáforas, sobre la Península Ibérica,sobre la condición humana,la modernidad,el capitalismo,el cambio de sociedad etc son también muy interesantes ,y por ellas será recordado principalmente ,levantado del suelo,ensayo sobre la ceguera,la balsa de piedra ,todos los nombres,la caverna… pero a mí dejadme también su memorial del convento,o el año de la muerte de ricardo reis. En fin maestro, tus lectores te recordarán pues has dejado fuerte impronta en nosotros…
Carmen
/ 19 junio 2010Además de por Rosa María y por las reflexiones que nos deja, me gusta este blog porque es uno de los espacios dónde hay de verdad participación y no te sientes invitada, sino en familia. Esta entrada con sus comentarios me parece la demostración. Queda una caverna muy profunda, que se perderá en su propia sima del disparate, pero aquí hay mucha luz. Salud a todos.
RBlanco
/ 20 junio 2010Las personas honestas, grandes, nunca se van.
Un abrazo
Rita