Descartes fue, como sabréis, un matemático y filósofo francés del Siglo XVII. Se le considera el padre de la filosofía moderna porque formuló el concepto de sujeto -ser individualizado- y porque, rebatiendo todo lo aprendido, señaló el valor práctico del conocimiento. La capacidad de razonar es básica y nadie puede enseñárnosla -decía-, pero hay unas reglas insoslayables: el principio de evidencia o de la duda razonable, el precepto del análisis y los de síntesis y control. Descartes es, en consecuencia, autor también del método cartesiano -análisis, sintésis y reconocimiento del error- base de la ciencia actual. El pobre murió, a los 53 años -sospechan que envenenado-, en Suecia adonde había sido llamado por la Reina Cristina para hacerles el reglamento de una sociedad científica, por cierto. ¡Qué cosas hacían los reyes suecos ya entonces!
Descartes, en el cine y en la televisión, son los planos que sobran. Cuando, en TVE, se montaba en película, los descartes se arrojaban al suelo para ser barridos y depositados en la basura, era una imagen muy gráfica.
Pues bien, en ese doble vertiente debió pensar Isabel Martínez Reverte (histórica periodista de «Informe Semanal» y «En portada») para reunir a un grupo amplio de prejubilados de RTVE y llamarles Descartes. El nombre en concreto se debe a Javier Saénz, uno de los pocos periodistas que ha obtenido el premio Rey de España de periodismo y eterna mosca cojonera del poder. Se trataba de salir de vernos reducidos, con poco más de 50 años, a la petanca y el punto de cruz -según sexos- y hacer algo útil.
Cada mes -y desde hace más de un año- , una figura relevante de diversos campos viene a perder un par de horas con nosotros, informarnos y contestar nuestras preguntas, como si estuviéramos en activo. Inauguró Descartes Santiago Carrillo -creo recordar- y hemos tenido -por citar a algunos- a Cristobal Montoro -quien adujo como causa del nuevo triunfo socialista: «es que también lo habían hecho bien», a pesar de lo que declara en público-. O el filósofo Fernando Savater, el jurista Martín Pallín, Antonio Gutiérrez, Inés Sabanés o Víctor Manuel, con los que pude vislumbrar lo mal que se cuece la política aquí, o con Gil Carbajal, Demócratas Abroad, lo bien que funciona en EEUU.
Ayer estuvo Fernando Reinlein, ex militar de la UMD, Unión Militar Democrática. Imbuidos por la revolución de los claveles en Portugal, un grupo de jóvenes oficiales pretendieron democratizar el ejército español -sin derrocar el gobierno-, en el tardío franquismo. Una vez descubiertos, fueron apartados del servicio y juzgados. Aunque la primera idea fue matarlos de una forma expeditiva, tesis que, por fortuna, no triunfó. En el Consejo de Guerra, se habló de sus mujeres: «peligrosas individuas universitarias» que les servían de correo en la clandestinidad. La Fundación Abogados de Atocha acaba de rendirles un homenaje porque, 35 años después, no se ha anulado su juicio, ni se han restituido sus derechos laborales, ni se ha compensado a los que no fueron juzgados pero sufrieron serios tropiezos en su carrera militar.
Ahora «el ejercito es un reflejo de la sociedad de centro-derecha. Obedece a lo que le dicen. Está y estará a las órdenes del Gobierno. No hay tentaciones golpistas. Cuando hay una declaración estentórea es porque el autor está a punto de jubilarse. Lo está haciendo muy bien en las misiones de paz. Ojalá hubiera conocido yo ese ejército», concluyó Reinlein.
Ningún gobierno les ha rehabilitado ni devuelto sus derechos. En la intimidad les dicen que «no se puede ensalzar a una organización clandestina dentro de las Fuerzas Armadas» y que «podría alentar el asociacionismo en el Ejército». Son Historia, Arqueología -dice él-. Se arriesgaron en un momento crítico para España. Y perdieron. Y con eso se quedan.
Actualización: atentos al comentario de Carmelo que es buenísmo, más descartes en la historia de nuestra vida.
Carmelo Machin
/ 29 enero 2009En algunos juegos de cartas, como el mus, «descartes» son las cartas que se tiran porque en esa mano parece que no sirven, con la esperanza de que las nuevas que te dan sean mejores y consigas ganar.
Sucede a veces, muchas veces, que las cartas nuevas son peores que las que se desecharon, y que habría una jugada ganadora -de puta madre se dice en el mus- si uno se hubiese quedado con los «descartes» y «descartado» dlas cartas que consideró imprescindibles.
Así es el juego del mus.
Creo que hay otros muchos juegos en los que pasa lo mismo…. pero yo solía jugar al mus. Y, por supuesto, casi siempre perdía.
Un beso para todos de otro descarte
MACGO
/ 30 enero 2009Veo que los «descartados» seguís en la brecha. Adelante y saludos para todos/as.
En cuanto al artículo, sólo una precisión. No se les puede catalogar como perdedores mientras haya personas como yo que mantengamos con ellos una deuda de gratitud
javier sáenz munilla
/ 30 enero 2009Rosa, lo cuentas todo muy bien pero eres demasiado generosa conmigo. Se me ocurrió ‘Descartes’ porque recordé cómo, en tiempos del criminal del Pardo, hubo compañeros, como Benito Fernández, que rescataron a hurtadillas de la bolsa de los ‘descartes’ verdaderas maravillas, eliminadas por la zafia mano de la censura. Así es que yo creo que ese ‘mérito’ que me atribuyes es una simple ocurrencia.
Sobre lo de ‘eterna mosca cojonera del poder’ sólo digo que nada es eterno, salvo el poder al que se la sudan los pequeños mosquitos zumbones como servidor. Otra cosa son los capitostillos soplagaitas como el tal Urdazi (sí, con ‘zeta’), que se mosquean por casi nada.
Y, Rosa, que el Premio Rey de España, lo tienen varios compañeros, como Pilar Requena, Juan Restrepo, Juan Antonio Sacaluga, anteriormente Ana Cristina Navarro….y dan uno cada año en el apartado ‘Televisión’. Además, hago votos cada día para que a no mucho tardar se convierta en el Premo Internacional de Periodismo República Española, aunque ya, probablemente, no vaya yo a presentarme.
No obstante, gracissa por el cariño.-
rosa maría artal
/ 30 enero 2009«Uno de los pocos», no sois muchos ¿verdad?, pero a ti la tele te trató muy mal, injustamente. Es mi opinión. Y los blogs son para opinar. A ti y a muchos otros, por desgracia.
Robin
/ 31 marzo 2009Jope con los «descartes». Rosa María Artal, claro; de modo que andas por ahí. Soy una simple oyente y televidente de tiempos en los que no todo fue mejor, desde luego, pero algunas cosillas sí.
Me alegro de que funcione el periscopio.
Robin
/ 31 marzo 2009Carmelo, amigo, compañero de caminatas por la Universitaria. Nada se descarta para la gente con seso y sensibilidad. Si te dejan fuera, peor para ellos. Además, «fuera» no hace frío, como dicen los sociatas; fuera es primavera y luce el sol y cae la lluvia y canta el petirrojo. ¡La de cosas que se hacen fuera! Dentro, el aire está enrarecido.
O sea que…