«Como inversor, con todos estos conflictos regionales en el mundo, eso no puede ser malo”

La frase es de Ronald Epstein, analista del Bank of America y nos lo cuenta Iñígo Saénz de Ugarte en un impagable artículo. Enseguida vamos a él, pero antes una aclaración:

Yo comprendo que esto es una minucia al lado de la existencia de Pablo Iglesias, el líder de Podemos y el propio nuevo partido. Y Venezuela, por dios, Venezuela es el corazón geostratégico mundial, y, por tanto, el quid de nuestra vida. ¿No lo creéis? Esta mañana lucía así la web de El País, el periódico español más prestigioso internacionalmente. Cómo será que en el primer pronto he pensado que, mientras dormía, se había producido el desembarco de Podemos en las costas del Norte. Y ya liderábamos el aumento de la desigualdad en Europa con algún otro pringado. Se habían sumado 800.000 niños a las carencias alimenticias para engrosar esos tres millones de niños que ya hay inmersos en la pobreza. Que la corrupción política nos salía por las orejas y que nos mentían como bellacos. Incluso me ha pasado por la cabeza que Pablo Iglesias había mandado a sus huestes embestir a una lancha de pacifistas de Greeenpeace para defender los intereses de una empresa privada que va a perforar las islas Canarias. ¿Quién no piensa algo así de Podemos cuando se encuentra de sopetón esta portada?

pais,podemos

 

Pero vamos a lo que nos contaba Sáenz de Ugarte. Son las peculiaridades del sistema que con tanta pasión y ahínco defienden tantos,  periodistas incluidos, desde la princesa altiva a la que pesca en un ruin barca, y sus equivalente masculinos. Copio y pego, además de enlazar su blog Guerraeterna:

El bonus de ISIS en favor de la industria de armamento

ataque isis

En Fortune hacen un breve repaso a las empresas norteamericanas del sector de la defensa que más se van a beneficiar de la guerra contra ISIS. Se refieren a las necesidades inmediatas de la Fuerza Aérea en forma de aviones, drones y la munición correspondiente. A ello habría que sumar las ventas a países de la región, clientes habituales de esas compañías.

La campaña aérea contra los yihadistas está costando al Pentágono no menos de 7,5 millones de dólares diarios. Dado que los mandos militares han dicho que las operaciones durarán probablemente años, podemos suponer que la factura continuará aumentando a un ritmo superior. Una vez que se abre el grifo de los fondos públicos, es muy difícil pararlo. El relato de las amenazas ya está hecho. Sólo queda rellenar la cartera de pedidos.

Lo mejor del artículo es la frase final de un tal Ronald Epstein, analista del Bank of America. Te lo imaginas sonriente y haciendo números: “Veamos cómo está el mundo ahora. Tienes a los europeos preocupados por lo que los rusos están haciendo en su patio trasero. Nosotros estamos muy ocupados ahora en Irak. Tienes a los israelíes muy ocupados en su zona. Y luego tienes a los chinos y japoneses en el Mar del Sur de China. Como inversor, con todos estos conflictos regionales en el mundo, eso no puede ser malo”.

Si los fabricantes de armamento estaban preocupados por el fin de las operaciones militares a gran escala en Irak y Afganistán, no se puede negar que la aparición del ISIS les ha supuesto una fantástica noticia, una de esas que aseguran la cuenta de resultados durante toda una década. En el negocio de las armas, el concepto de recesión es casi desconocido».

Mal están las cosas con la formación de Podemos, lo comprendo, ese desasosiego de los grandes servidores del sistema en España es comprensible. Pero, si hasta a los sanguinarios de ISIS le encuentran las buenas gentes que con tanto esmero nos cuidan una oportunidad estupenda, malo será que no hallemos una solución también aquí. Lo dice el bueno de Epstein:  «Como inversor, con todos estos conflictos regionales en el mundo, eso no puede ser malo”.

5 comentarios

  1. nexuxseis

     /  17 noviembre 2014

    Reblogueó esto en nexuxseis.

  2. La verdadera revolución mundial sería acabar con la industria armamentística. Lo sé, me voy a dormir, a ver si sigo soñando.

  3. Repulsivo, pero dramáticamente cierto. Los grandes inversores se frotan las manos, sus manos ensangrentadas, cada vez que los políticos que están a su servicio, encienden un nuevo foco de conflicto. Lluvia de armas, de equipos; lluvia de sangre. Pero ¿qué importan algunos millones de víctimas inocentes? A lo mejor hasta es profiláctico, necesario para la supervivencia de la Humanidad. Aunque hasta ahora lo único demostrado es que es bueno (Epstein lo dice) para los grandes inversores, para sus corifeos políticos. Mierda de sociedad…

  4. Trancos

     /  18 noviembre 2014

    ¡Cómo está el país! Y el País.

    Y que «el mundo siempre fue una porquería ya lo sé»… y de El Mundo… mejor no hablar. Lo dejamos para otro día si eso.

  5. Reblogueó esto en Raciozinando.