¿Quién privatiza a los políticos?

Emilio Lledó es un acreditadísimo filósofo español que debería ser consultado a diario por los medios, por ejemplo. Hoy escribe en El País una razonada y apasionada Cuarta Página de la que voy a extraer varias ideas, aunque lo suyo es leerla completa:

«La democracia, que nació como lucha hacia la igualdad por medio de la reflexión sobre las palabras y por el establecimiento de unos ideales de justicia y verdad, no puede rendirse a las privatizaciones mentales de paradójicos libertadores. Sin embargo, apenas se insiste en el hecho de que la crisis que padecemos es una crisis que tantos competentes expertos, siguiendo el principio de la libertad y la competitividad, no han sabido evitar, ni tampoco las diversas burbujas -sobre todo las propias burbujas mentales- que inflaban y aireaban. Burbujas que, parece ser, les han permitido construir sin que nadie les pida responsabilidades por sus liberadas y productivas ganancias.

(…)

Desde hace años, de nuevo en estos días, como manifestación del menosprecio por la enseñanza pública y por sus profesores, se habla de la libertad de los padres para elegir el centro en el que educar a sus hijos. Esa defensa libertaria no tiene que ver con el deseo de que se practique en la educación una verdadera libertad: la libertad de entender, de pensar, de interpretar, de desfanatizar, de sentir. Libertad que, por encima de todas las sectas, debería fomentar la combatida Educación para la Ciudadanía y la identidad democrática. Una libertad que enseñase algo más que la obsesión por el dinero y por el solapado cultivo de la avaricia. A lo mejor, esa educación les obligaba a dimitir a algunos personajes de la vida pública, por vergüenza del engaño que arrastran y contaminan. Mejor dicho: haría imposible que se dieran semejantes individuos.

(…)

En el fondo, toda esa propaganda libertaria es fruto de planteamientos políticos, de dominio ideológico, de sustanciosos prejuicios clasistas, que con doble o triple moral predican libertad, cuando lo que realmente les importa, aunque quieran engañarse y engañarnos, es el dinero. Solo por medio de una ideología de la decencia, de la justicia, de la lucha por la igualdad, tan problemática siempre, puede alzarse el sistema educativo de nuestro país, de todos los países.

(…)

¿Quién privatiza a los políticos? ¿Qué palabras huecas, convertidas en grumos pegajosos aplastan los cerebros de los que van a administrar lo público, o sea lo de todos, si la corrupción mental ha comenzado por deteriorar esas neuronas que fluyen siempre hacia la ganancia privada? No se entiende bien cómo a esos destructores de la idea de lo público les votan aquellos que perderían lo poco que tienen en manos de tales personajes. A no ser que la mente de esos súbditos haya sido manipulada y, en la miserable sordidez de la propia ignorancia, esperen alguna migaja, algún botón del traje que viste el supuesto partido político que les arrastra.

(…)

Podemos intuir que la degeneración intelectual de buena parte de la clase política, y de los llamados emprendedores -los que, por ejemplo, emprendieron la destrucción de nuestras costas-, procede de esos conglomerados ideológicos en los que se mezclan, con la indecencia, alguno de los males a que se ha aludido. ¿Quién privatiza a los políticos? ¿Quién nos devolverá, en el futuro, la vida pública, los bienes públicos, que nos están robando?»

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7 comentarios

  1. Buenos días a tod@s. Hoy es un día en que todo lo que pasa por delante mío me causa dolor , pero tambien me carga de esperanzas, como este artículo de Emilio Lledó _ahora lo leo completo_ . Estoy convencída de que vamos por buen camino.
    Gracias Rosa María, por estar ahí!!

  2. Es cierto… Gracias por estar ahí, Rosa.

  3. Magnífico Lledó. Fue profesor mío de Filosofía (nos descubría a los presocráticos poco a poco, una hora tres veces por semana y fue una gozada estar en su clase y qeu me enseñara a pensar) . Que suerte que con tu entrada su magnífico artículo no me haya pasado desapercibido. Un beso!

  4. Miguel

     /  4 octubre 2011

    Gracias Rosa María por darnos la oportunidad de leer este artículo de Lledó. Aprovecho la ocasión para dar a conocer el programa de tve2 «Pienso, luego existo» que se emite creo recordar que los domingos por la noche. Precisamente este pasado día 2 el programa estuvo dedicado a Emilio Lledó. Se puede ver de nuevo en el siguiente enlace:
    http://www.rtve.es/television/pienso-luego-existo/
    ¿Os imagináis un programa como éste en una cadena de televisión que no sea pública?
    Ojalá no la desmantelen. Todos perderíamos.

    Saludos cordiales!

  5. La libertad es un don inherente al nacer. Son los políticos y los supuestos valedores del llamado Sistema, quienes tejen y mueven los hilos conductores con los que pretenden «educarnos», para controlarnos.

    Nada es posible, sin una auténtica base cultural, sustentada en una libertad de expresión que emana de ese bello concepto…libertad.

    La humanidad, conducida por «seres» a los que solo les impulsa la codicia y su afán de poder, está escribiendo de nuevo, nuestro posible epitafio.

    Hace tiempo, compré un disco «Long Play», que me impactó. Por entonces no tenía las nociones de inglés que ahora he conseguido obtener…pero los diccionarios de entonces, suplieron mi ignorancia del inglés.

    Os dejo una canción de ese magnífico álbum de King Crimson, esperando y deseando, que ese epitafio…nunca llegue a plasmarse:

  6. Aprendí de la vida, que la sabiduría se almacena en la mirada de los tiempos, tras haberse filtrado lentamente en el corazón.-Rafael Aparisi-.:

  7. tinejo

     /  4 octubre 2011

    Emilio Lledó es una de esas insulas, como Mr. Sampedro o vos, que se mantienen dando luz en las tinieblas de esta realidad patética que aún no nos ha sacado del todo a la lucha real por nuestros derechos bien ganados a lo largo de la última centuria.

    http://casaquerida.com/2011/10/04/los-chorizos-aprenden-a-amasar-pan/