¿Dónde están los periodistas?

Manel Fontdevila en Público

Manel Fontdevila en Público

¿Es obligatorio llenar los informativos de todos los medios con lo que ha dicho éste y le ha contestado el otro, con lo que aquél ha replicado y la respuesta del segundo? Al parecer, si, porque hoy en el periodismo reina la «equidistancia», término del que ya hemos hablado repetidas veces por todos los cauces. Se trata de dar cuotas a los partidos lo mismo que se hace en la charcutería: 100 gramos de jamón de York para el PSOE, otros 100 gramos para el PP. Echemos una propinita al PP para que no parezcamos tendenciosos -un espíritu crítico me ha preguntado si los teclados de los ordenadores de las redacciones no tienen desgastada la letra «P»- . Y a IU, por ejemplo, y los partidos minoritarios, les obsequiamos de vez en cuando con alguna tapita si procede, si no va muy larga la «noticia».

Leo y escucho a ciudadanos concienciados y extremadamente hartos preguntarse ante tantos atropellos como estamos viviendo ¿dónde están los periodistas? Aún siendo la de periodista, con la de juez, la profesión menos valorada por los españoles, se ve que aún esperan que alguno despierte. Los hay que lo intentan -incluso con uñas y dientes-, pero -como viene sucediendo en tantos aspectos esenciales- no disponen de cauces mayoritarios de comunicación. También pervive en la sociedad la creencia de que la denuncia periodística cambiará algo. Y -nota al margen- me parece que ya no corren tampoco tiempos de Watergates, que casi nadie se inmuta por más suciedad que contemplemos.

¿Qué le aporta al ciudadano escuchar hasta la saciedad que Rajoy dice, Zapatero dice -como refleja magistralmente la viñeta de Fontdevila-, o Pepe Blanco o Pajín, o Soraya, o De Cospedal, o Trillo, o Aguirre o quien sea?

Incluso grandes periodistas, compañeros de nuevas fatigas, se muestran entusiasmados con la tendencia «equidistante» del periodismo. Las causas básicas del problemas son varias: poco trabajo de las redacciones en la superficie -es más cómodo cortar y pegar, repetir lo que dicen otros- y un deseo mundial de desinformar, tejido desde los poderes, para disponer de ciudadanos más dóciles, manejables y amantes del consumo -la publicidad, el negocio, es lo que manda-.

Pero hay muchas excepciones. Unas entradas más abajo podéis escuchar la entrevista de un periodista sueco al Abad del Valle de los Caídos ¡qué poco se ve eso en España!: preguntar sin complejos, ni cuotas, repreguntar hasta extenuar al entrevistado para que dé la respuesta real. La BBC británica tiene brillantes ejemplos de poderosos acorralados por el periodista que terminan diciendo lo que no quieren decir: la verdad. Hasta en EEUU los moderadores de los debates presidenciales intervienen y puntualizan lo que declaran los candidatos. Aquí son invitados de piedra, que siguen el guión marcado por los partidos, en contenidos, en tiempos… y que ¡encima! se muestran muy ufanos de haber logrado que los políticos hablen ante ellos. ¿Qué hablan? Yo digo, tú dices, pues tu más, y los trajes de Camps y la antidiluviana Filesa, y mis cifras son éstas, pues las mías son estas otras y tú no tienes ni idea. Perdón, Vd. o su señoría. ¿Eso informa a la sociedad? Y encima con cupos acordes con los votos obtenidos.

El ciudadano no tiene por regla general tanta información como debería tener el periodista. La mayor parte de las diatribas partidistas se resuelven con datos, con trabajo. «Su política económica es nefasta», veámoslo con las cifras que aporta el periodista. Si el político miente -y lo hace a menudo- tiremos de datos y hemerotecas. Trabajemos. Por ejemplo, se juzga «equidistantemente» la responsabilidad de Zapatero en Filesa y la de Rajoy en la invasión de Iraq. Cuando Filesa, Zapatero apenas era militante del PSOE, Rajoy vicepresidía el gobierno que suscribió el ataque a Iraq. Pero de un lado tenemos a becarios y asimilados, mal pagados y mal acostumbrados, que no se molestan en hincar el codo, muy mal preparados también. Y del otro, a periodistas altamente aposentados, a menudo con una profunda confraternización con políticos de uno y otro signo, e instalados en grandes grupos económicos de la comunicación cuyo primer objetivo es también ganar dinero. ¿Por qué los poderes del Estado que no funcionan, políticos, jueces, prensa, habitan en torres de marfil tan lejos de los problemas de los ciudadanos? Porque ellos viven como dios y no les afecta, ni siquiera lo entienden. A ver qué va a entender un diputado con tres sueldos de vértigo qué es no llegar a fin de mes.

Empecé mi carrera profesional en tiempos difíciles, a la caída del franquismo, quizás eso me ha influido. Se abrió una puerta y entró una gran bocanada de aire. Ladislao Azcona, Eduardo Sotillos y Pedro Macías -desde muy distintas posturas ideológicas- eran quienes me encargaban noticias en mi humilde puesto de corresponsal de TVE en Aragón. Los tres sin faltar uno mantenían esta consigna: «dame la noticia y si por algo interviene un ministro, ponlo al final y corto». Lo importante es la noticia. Ése es el periodismo que yo aprendí.

Pero ahora también vivimos tiempos difíciles, y sigue siendo la noticia lo único importante. Dejémonos de paquetitos de mortadela -porque ya no son ni jamón de york- y contemos lo que pasa sin cuotas. Habrá días que será más interesante para la audiencia una declaración que otra. Ah, que protestarán los políticos y dirán que el periodista es tendencioso por no haber cortado sus gramos de embutido. ¿Son ellos quienes deciden la información? ¿Mandan los políticos en la información?

   Habría que dejar descansar a los ciudadanos de esas declaraciones tan interesadas, y, sobre todo, tan poco interesantes, tan tediosas, tan mediocres, tan desinformadoras. A ver qué gran medio se apunta a la tarea. No lo veremos. En otros países lo hacen, por eso sus ciudadanos tienen criterio. Aquí no parece interesar ni siquiera a la mayoría de los periodistas. Al menos, no colaboraremos con la «equidistancia» desinformadora, rebusquemos para encontrar nuestro espíritu crítico. Sin periodismo crítico no existe la información y la sociedad va a la deriva. Y unos cuantos de aprovechan de ella.

Actualización 23.00 Alguien está intentando otra forma de hacer política y contar con la sociedad, convertirla en actora, defender la auténtica comunicación, desafiar -de alguna manera- al sistema. Es una gran esperanza.

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17 comentarios

  1. adhoc

     /  27 marzo 2009

    Es difícil negarse a aplaudir lo que escribes porque, sin duda, está escrito desde la defensa de un periodismo libre y, sobre todo, desde el sentido común. Sin embargo, se me ocurren varios matices con los que no sé si llego a una conclusión opuesta a la tuya.
    En primer lugar, creo que sí es obligatorio contar lo que dicen unos y dicen otros, por muy repetitivo y tendencioso que sea. Si unos controlan nuestras vidas y otros aspiran a controlarlas, tenemos obligación y derecho a verlos, conocerlos, escucharlos y descubrirlos. Otra cosa son las cuotas y la falta de pluralismo que hay en la mayoría de los medios.
    En cualquier caso, claro que eso es información. Tendemos a minusvalorar el criterio del lector, oyente o espectador, que quizá no maneje los detalles, pero sabe muy bien quién dice qué y por qué. En ese sentido, la función del periodista creo que debería ser exclusivamente contextualizar el jamón de york, dar sentido a las réplicas y contrarréplicas, pero no interpretarlas. ¿Somos nosotros, periodistas, más listos que el común de los mortales para decir a la gente lo que una frase dice o no dice? Si estamos más informados, demos esa información y que cada cual saque sus conclusiones. Además para eso está el periodismo de opinión, no siempre separado de la información, para dar puntos de vista a quien le interesen.
    Es absolutamente cierto que hay ciudadanos que echan de menos un papel más activo del periodista, pero lo es también que esos ciudadanos quieren escuchar, ver o leer lo que ellos piensan de antemano, independientemente de que el jamón de york esté fresco o pasado.
    Culpas a becarios mal pagados o periodistas aposentados que, sin duda, los hay. Pero ¿y las empresas? ¿Mal pagados y aposentados actuarían así si los dueños de los medios dejaran total libertad a los periodistas para informar en condiciones? Ya hay muchos héroes en la profesión que consiguen llegar a fin de mes.
    Creo que evidentemente se debe hacer mejor información, pero eso no es anular la equidistancia. No es contar quién es el malo de la película, sino dar los argumentos para que el público resuelva la trama por sí mismo.
    Dicho todo esto, lo mismo sí que estoy de acuerdo contigo.

  2. rosa maría artal

     /  27 marzo 2009

    Creo que decimos casi lo mismo adhoc. Lo que echo de menos son «los argumentos», el trabajo del periodista, los datos. Lo que veo es el «este dice, el otro dice» y punto. «PP y PSOE culpan al otro de la burbuja inmobiliaria». Datos: Con la liberalizaciòn del suelo del PP, el precio del suelo aumentó un 200% en 6 años. El PSOE apenas ha hecho nada por solucionarlo. Una ley -de la que tengo pendiente hablar aquí- consagrando los desmanes.
    Por lo demás, conocerlos está bien pero ¿tanto? Están ahí con su discurso hueco de la mañana a la noche. Si uno se despierta con insomnio a las 4 de la mañana y pone la tele, siguen ahí.
    Y de los medios sí hablo: «.grandes grupos económicos de la comunicación cuyo primer objetivo es también ganar dinero.»
    Gracias por intervenir.

  3. rafaeldiazarias

     /  28 marzo 2009

    El periodismo de declaraciones es una de las grandes cánceres del periodismo actual. Me permito citar a Enrique Bustamante: «el periodismo de declaraciones son los decires que ocultan la realidad»

  4. Bueno, ni más ni menos que la equidistancia que existe también a la hora de echarse las cosas en cara los políticos. La solución no existe, tan sólo la exposición del problema, por supuesto desde la «objetividad» que da la forma de pensar. Y para que después se nos olvide todo, el entrenamiento del Barça y las elecciones del Real Madrid. Lástima que la mayoría de la gente no está dispuesta (muchos tampoco preparados) a leer a gente como tú.

  5. En mi puesto de redactor en Aragón TV, sufro cada día la lacra del periodismo de declaraciones (¿pero es eso periodismo?). Al ser una televisión pública, debemos intentar ser «equidistantes», no enfadar a nadie y dejar contentos a todos (políticos, claro). Si Zapatero habla, debe responderle Rajoy, aunque no diga nada interesante y la que haya soltado «la bomba» sea Soraya Sáenz de Santamaría; si De la Vega habla 25 segundos, Cospedal no puede pasarse de 30.

    ¡¡Ojo como metas un total de CCOO y no de UGT!!

    Los medios deberían probar a no publicar declaraciones durante una semana. A ver qué pasaba…

  6. Pirracas

     /  29 marzo 2009

    Hola Rosa, buenas trades:
    Resulta gratísimo leer tu blog y constatar que mis camaradas siguen en la brecha.
    Enhorabuena sincera igual que mi respeto a tu coherencia personal.
    besos gordos

    Debemos intecambiar novelas para ampliar lectores, la promoción de los novatos no existe

  7. José Miguel Hierro

     /  29 marzo 2009

    Estimo que se puede y se deba hacer periodismo adecuado a las necesidades de información real de las personas. todos tenemos derecho y los medios la obligación de exponer la información real que se tenga en aquel momento sobre el tema que sea. Si por conservar el trabajo nos vendemos, se hará un falso periodismo basado en los intereses de quien paga, como pueda ocurrir en algunas televisiones que todos conocemos. Creo que ya va siendo el tiempo de que aparezca un verdadero periodismo de investigación y por su puesto no me estoy refiriendo a la línea investigadora de El Mundo

  8. wgm

     /  30 marzo 2009

    Hola Rosa. Un gran artículo. Hace pocos días le contesté a Carlos Carnicero, en su artículo de opinón Internet, autocrítica y sectrismo (II) lo siguiente.
    «Como parece que gusta, vamos a opinar. Creo que se va notando la mano de Martin Villa, en Sogecable, junto con la vicepresidencia de Cebrián. La pregunta que me hago es, a santo de qué fué nombrado presidente Martín Villa, de Sogecable. Para no ser malpensado, ni caer en la tentación de pensar que es una jugada a medio y largo plazo para quitar opciones de opinión tanto al PSOE como la la izquierda en general. Todo ello, partiendo de la base de que quien tiene la información, tiene el poder. Claro que, quien controla la información, controla al poder. Eso se ve muy claro en la prensa que apoya, sin rubor alguno, al PP. En la otra prensa, se va vislumbrando un cambio, una cierta equidistancia entre PP y PSOE, una especie de equilibrio calculado y nada casual. Se da excesiva cancha mediática a quien no hace, sino ocultar sus errores en su etapa de gobierno, se diluyen sus decisiones de gobierno negativas, en CC. AA. donde tienen mayoría, atenuando subliminalmente a la oposición en estos lugares. Excepto a nivel estatal, que se le da, casi más realce a la oposición, que a la labor de gobierno. Todo ello, en aras a unos intereses político-comerciales de gran calado. Si no, a santo de qué vienen excelentes ofertas de productos en los dominicales, si no es para paliar las pocas ventas diarias de prensa escrita. No nos engañemos, ningún medio escrito, se vende en exceso. Por ello aumentan las versiones digitales. Y, a las pruebas me remito. Un saludo a todos. »
    Y conste que no soy periodista, si no un ciudadano de la calle, al que le gusta analizar y filtrar las noticias que recibe.
    Muchos sabemos que en la prensa escrita, el titular es primordial, por ello se resalta con letra muy grande.
    Lo que sigue, en letra negrita, es la noticia, en si.
    El resto del texto, salvo entrecomilldo o negrita, es la opinión del periodista que ha cubierto la noticia.
    En cuanto la la linea de investigación de ciertos medios, la suelo poner mucho en cuarentena, más que nada por que han sido incapaces de detectar la corrupcón de determinado partido político y se han dedicado a obstruir a la justicia, con total desprecio hacia las víctimas del peor atentado terrorista que hemos padecido.
    Un saludo, Rosa.

  9. Como ciudadano de a pié, nme parece muy bueno el comentario-crítica que haces del oficio actual de periodista, y la falta de conciencia crítica de la actualidad sin tener en cuenta quien te paga o te controla. En mi opinión los políticos actuales, aparte de ser unos sinverguenzas sin respeto hacia quienes les hemos situado en sus escaños, dejan mucho que desear de la función que les hemos encomendado en las elecciones. Les falta cintura política, un motón de ética, mucha honradez y gran sentido común y de la responsabilidad colectiva.No me estrñería que llegara un momento en que ocurriera como en la novela tan bien escrita por el Gran «SARAMAGO», «Ensayo sobre la lucidez», en que la gran parte de la ciudadanía BOTE EN BLANCO, eso es lo que se merecen esta panda. Pero también estoy de acuerdo en que el peridismo actual en su gran mayoría, se encuentra podrido y corrupto por el capital y su influencia es angustiosa. Saludos y por la TERCERA REPUBLICA DE LOS PUEBLOS DE ESPAÑA.

  10. Carmen RM

     /  30 marzo 2009

    Se agradece leer tu artículo Rosa, al igual que el de los que te contestan. Saber que hay más personas que estamos con los mismos interrogantes me hace sentir «solidaridad en la impotencia».
    El caso es que yo veo a los políticos como «porteras discutiendo por los cotilleos de turno» y a los periodistas repetidores de lo mismo y tirando cada uno para su partido simpatizante o el que le dá de comer.
    Y los ciudadanos hastiados de todo ello y viendo como nos han metido en un sitio peor de aquél que nunca nos han sacado.
    Pero ¿Que más dá el periodismo de investigación si todo aquello que siempre pensamos de los políticos nos lo han demostrado?
    Resulta que hay cuatro honrados o buenos gestores, los demás hacen de la política la sede central de sus negociaciones para sus empresas privadas.
    Están pidiendo 400 diputados cuando hay 250 que tienen varios puestos de trabajo con sus respectivas retribuciones y claro lo de la dedicación al Congreso y al servicio de los ciudadanos les debe sonar a «chino».
    Dices que si alguien está intentando otra forma de hacer política, pues unos dicen que el sistema capitalista es el único y otros como IU dicen que contra el sistema capitalista que es el culpable.
    Y yo digo que ya podemos disfrazar el sistema capitalista de todos los colores que nos dará lo mismo si quienes lo dirigen son los causantes de la pobreza de la mayoría de los supervivientes del planeta.
    Si el sistema es una República y tenemos a los mismos que ahora, la República tampoco solucionarían los problemas.
    A mi entender el objetivo está en una Justicia Social. En el reparto equilibrado.
    Pero en la información de los hechos hay mucho de perverso en aquellos periodistas que se creen manipuladores del poder. De querer estar por encima de los poderosos y manejarlos a su antojo.
    Algunos creen que pueden quitar y poner gobiernos. Y lo peor de todo es que lo consiguen.
    Un saludo.

  11. Para los que no tenemos una información de primera mano es decir en situ como teneis los periodistas se nos hace muy dificil sacar una conclusión más o menos certera de la coestion .
    El periodismo que se hace hoy en día es muy de usar y tirar esto es una oservación de Carlos Carnicero y es verdad el análisis politicom de una noticia es esencial para la creación de opinión no vasta con la noticia el lector se queda huerfano se está acostumbrando a la gente a que digiera y no analize lo cual hay la posibilidad del analisis ya que por falta de analistas no queda y de los mejores pero hay esa tendencia y luego esta el periodismo amarillo un concepto que en nuestro país no esiste ejemplo el mundo representa este fenómeno como nadie hoy mismo pj ha sido sancionado por el colegio o algo asi por informaciones falsas contra Ramon Calderon y ya van varias y no pasa nada y no digamos con las infamias del atentado de Aatocha en fin el periodosmo es uno de los pilare de la democracia pero con el digital esta condenado a la desaparición es coestión de tiempo y eso no se si sera bueno o malo pero es en mi opinión incoestionable como sera el futuro del periodismo todauna incognita.

  12. enrique velazquez

     /  31 marzo 2009

    Hola señora! le felicito y espero mas comentarios de Ud. le escrivo desde Mexico, y le dire que aca tenemos un cardenal, en Guadalajara, que dicta leyes y conductas a politicos y feligreses, yo ya tengo una listas de firmas recabads para que se reconozca por ley que la tierra es el centro del universo, bueno espero apoyo a esta iniciativa, sin mas de nuevo le felicito by.

  13. Cayetano

     /  31 marzo 2009

    La respuesta al artículo es más simple de lo que parece, esto pasa porque cada votante de los dos partidos quiere oir las cosas que se dicen entre ellos para decir «qué buenos que son los nuestros en contraste con lo malos que son los otros» y sólo ven por los ojos, las bocas y los oidos de los suyos, eso por un lado y después los periódicos y medios son partidistas, algunos más que otros.

  14. Jones, Francisco

     /  31 marzo 2009

    Hacía tiempo que no leía algo así… bueno creo que nunca he leído una crítica tan certera sobre el periodismo actual y menos de otro periodista.

    Gracias

  15. Antonio Pareja

     /  31 marzo 2009

    Gracias por existir Rosa Maria… Sería bueno para la humanidad la existencia de verdaderos periodistas , que antepongan la verdad al dinero. Donde no haya un seguidismo ciego a consignas manipúladoras y donde la libertad de expresión exista en realidad y no , como ocurre con tantos otros derechos, lo haga sólo en la Carta Magna , impreso en tinta.

  16. violinmediterraneo

     /  1 abril 2009

    Excelente artículo, sobre todo para un joven aspirante a la profesión es tranquilizador que haya gente que levante la voz en pos de esa dedicación tan maravillosa y a veces muy perra que es el periodismo.
    Pregunta: ¿no cree que el intrusismo puede ser una influencia para ello? Cuando pienso en esto siempre recuerda una frase mientras hacía zapping de una mujer en un programa de gran hermano (con mis «respetos») cuando decía que ella opinaba así de un participante de gh y no podían rebatirle, porque su trabajo era ver gh las 24 horas del día y sabia más que nadie por ello. Me resultó tristísimo, sobre todo porque las declaraciones de todos eran tan superfluas e infructuosas, y faltas de cualquier importancia que me hacían casi literalmente vomitar. Siento decirlo así pero es la verdad.
    Me encantaría conocer más opiniones de este tipo.

    Aún así, según Enrique Meneses, HAY NOTICIAS sólo que hay que buscarlas.Es lo que haré.

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