El Sol y las tinieblas

Varios artículos alertan sobre la existencia de una ingente cantidad de la temible “materia oscura” en el interior del Sol. A esa conclusión ha llegado un equipo de científicos de la Royal Holloway University de Londres. La consecuencia fundamental sería un enfriamiento del núcleo. Este cambio de temperatura afectaría al número de neutrinos residuales de las reacciones nucleares del interior del Sol.

Con los estudios actuales se cree que el Sol (alimento esencial para la vida en el planeta Tierra, toda la vida) está casi en la mitad de su evolución: se formó hace 4.650 millones de años y tiene combustible para 5.000 millones más.

Entretanto, los investigadores sospechan que el 80% del Universo esta formado por “materia oscura”. Que sería un concepto hipotético de composición desconocida. Así de alentador. La conocen por su comportamiento y efectos. No emite o refleja suficiente radiación electromagnética para ser observada directamente con los medios técnicos actuales pero se sabe afecta a la gravitación de los cuerpos celestes, estrellas, planetas, galaxias completas, y a una cosa que llaman nada menos que Anisotropía, y que parece definirse en la Wikipedia como:

“La anisotropía (opuesta de isotropía) es la propiedad general de la materia según la cual determinadas propiedades físicas: elasticidad, temperatura, conductividad, velocidad de propagación de la luz, etc. varían según la dirección en que son examinadas. Algo anisótropo podrá presentar diferentes características según la dirección”. ¿Ser o no ser según el cristal con que se mira?

El tan ignorado LHC, el gran acelerador europeo de partículas, planea experimentos que ayudan a aclarar este confuso panorama. Mejor siempre saber a qué atenernos.

 Estas magnitudes de la ciencia me rebasan, pero me he quedado pensando que el abrasador Sol de mis tormentos (en verano) está podridito por dentro. Aclaran los científicos que no confundamos los legos “materia oscura” con “energía oscura”, concepto igual de hipotético, pero con carga aún más negativa. Sea como sea, por todas partes surge la confrontación entre el “Bien” y el “Mal”, la luz y las tinieblas, la perenne lucha entre fuerzas opuestas. Y no sé. Quema el sol pero nutre, luce cegador a pesar de la negrura de su corazón. Bajo el manto de su influjo, el blanco y el negro, bondades y altruismos, libran similar batalla. Y aún más: existe el gris, y todos los colores. Y una completa gama de actitudes. Y, sin embargo, por encima de todo el Sol luce potente y vivificador. Un poco en exceso a veces, diría yo.