Según los sondeos, el Partido Democrático de Japón ha ganado –y por mayoría absoluta- los comicios en aquel país, acabando con 54 años de hegemonía conservadora. Este partido fue fundado en 1998 como unión de 4 formaciones de centro izquierda. Aunque, Yukio Hatoyama, el futuro presidente, pertenece a una rica dinastía -política y financiera- comparada con los Kennedy.
El País: La oposición obtiene una victoria histórica en Japón
El Mundo: Los conservadores pierden el poder en Japón tras 54 años
La Vanguardia: El triunfo de la oposición pone fin a la hegemonía conservadora
ABC: Histórica victoria socialdemócrata en Japón
Público: Se confirma el cambio histórico en Japón
La Razón: Cambio histórico en Japón: el opositor Partido Democrático gana los comicios con mayoría absoluta
20 Minutos: Japón vive un cambio histórico. Titular de portada que luego amplia en la noticia.
Soitu: El centro-izquierda nipón logra una aplastante victoria en las legislativas
¿Qué es lo que me temo a la vista de estos titulares? Que este lunes -salvo alguna excepción-, titulares, editoriales, políticos, comentaristas y opinadores, arrimarán el ascua a su sardina en clave interna. Para unos, habrá triunfado «la oposición», porque «la oposición» triunfa en tiempos de crisis. Para otros, habrán barrido en las urnas los socialdemócratas, porque es la tendencia. El «cambio histórico» es Obama.
¡Qué pereza! ¡Qué inmensa pereza me da Septiembre! Y Octubre, noviembre, diciembre…





